Dear...
Solo puedo imaginarte a ti a mi lado, acariciando el borde de tu pelo, dejándome enredar mis dedos entre tus rizos. Tus ojos marrones con el reflejo del sol, recostado sobre mis piernas contándome como odias la rutina y como en una familia estructurada puede crecer un chico de mente abierta. Transportándome a otro mundo con tus palabras, sintiéndome en el cielo con cada mirada, no necesito decir nada, sabes por demás que en mis silencios sobran palabras, que cada suspiro es para ti y solo puedo imaginarte a ti a mi lado.