- Poder Sin Límites - [Finalizada]

Primera Parte

En un lugar totalmente remoto, ubicado en el centro de la nada, donde el creador de todo emergió de una especie de huevo o crisálida celestial; en el principio de los tiempos, varios extraños objetos se habían formado para este, las tan bien conocidas "tablas de tipos". Inusuales pilares que portaban cada uno la esencia de una de las 18 más poderosas clases de energía, los cuales le permitirían al dios de todos los Pokémon poder tomar todo el control de estas, volviéndose así más fuerte de lo que ya es.

Todo bien hasta ahí, lo que no se sabe es que en verdad, existió una decimonovena tablilla, la cual no era capaz de portar la esencia de uno solo de tantos tipos, sino de todos todos al mismo tiempo. El poder que dicho objeto concentraba era demasiado, incluso para que Arceus lo pudiera soportar y, en el momento en el que había logrado terminar de crear su mundo, en un intento por destruirla, con la intensión de que no quedase en manos equivocadas, un fragmento de esta cayó hacía el planeta, y la otra parte desapareció en lo profundo del vacío del espacio. A día de hoy, todavía continúa buscándola, para terminar su trabajo...

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–¡Oigan! No creo que esté bien que hagamos esto.

–Relajate Andreu, será divertido.

–Sí primo, tranquilizate, lo que vamos a ver de seguro va a estar épico.

Justo en algún punto de la región de Teselia, tres amigos se dirigían a las profundidades de una extraña y algo estrecha caverna ubicada en una montaña, tratando así de averiguar a dónde los llevaría esta. Andreu, Damian y Percy, poco a poco fueron introduciéndose en aquel inusual agujero en la roca, descubriendo la inmensa que era.

Un olor nauseabundo se amplificaba a cada paso que lograban dar, y el calor agobiante que había ahí dentro verdaderamente se hacía sentir. Todo esto fue el calvario que tuvieron que soportar para poder llegar hasta el final, lugar en donde una enorme y extraña roca grande, iluminada por todos los colores que conformaban al arcoíris, junto a sientos de colores más, los estaba esperando.

–Andreu ¿estás grabando esto? ¡por favor dime que lo estás haciendo! -dijo Damian estando muy emocionado.

–Sí, tal vez, no lo sé hay mucha interferencia, Damian, por favor, vámonos de aquí –Andreu suplicó, revisando al mismo tiempo su cámara, ya que esta parecía estar dañada.

–Ni loco me pienso ir de aquí, amigo ¡¿Por qué tendríamos que irnos?! –exclamó, para luego acercar su mano a aquella cosa, recibiendo a cambio una leve descarga en unos de sus dedos– ¡Ouch! ¡Diablos!

–¿Pero qué demonios es esto? –preguntó Percy.

–No tengo la menor idea, y la verdad no lo quiero averiguar –Andreu dijo logrando arreglar su cámara, y nuevamente volver a empezar a grabar– Damian... ¿qué rayos le pasa a tu nariz?

Percatándose de lo que sucedía, el chico se tocó con cuidado la nariz, notando que estaba sangrando. Segundos después de que esto sucediera, aquella entraña roca de llamativos colores empezó a parpadear; pareciendose un dispositivo que, debido a  razón desconocida, se había activado. Los tres amigos, aterrados por lo que ocurría, corrieron despavoridos intentando escapar, mas era demasiado tarde.