Tercera Parte

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A la llegada de la noche, Damian recogió a Andreu de su casa en la camioneta, para luego irse junto a él a un punto en específico, en donde Percy había acordado una reunión para poder verse; debía hablar con ellos sobre un tema muy importante. Después de un par de minutos, llegaron a un estacionamiento en un lugar algo remoto, donde nadie los podría oír.

–Me alegra que al final hayan venido –Percy les dijo, saludandolos.

–Siempre, hermano, ¿qué es lo que necesitas? –Damian le preguntó.

–Sí Percy ¿qué es lo que pasa? -Andreu preguntó, documentando la escena con una cámara más pequeña, solo por diversión.

–Muy bien, lo pensé durante suficiente tiempo y... Llegue a la conclusión de que lo que estamos haciendo es muy peligroso, necesitamos establecer reglas a partir de ahora.

–¿D-de qué estás hablando? –preguntó Andreu nuevamente.

–Tú más que nadie sabes de qué estoy hablando. Se acabó, no más bromas, no más travesuras, nos controlaremos como se debe

–¡¿Q-qué?! ¡Vamos Percy! Eso no es para nada necesario –se quejó.

–Andreu, cierra la boca, necesario o no, lo haré de todas maneras –Percy le contestó en tono tono serio.

–Percy tiene algo de razón, Andreu, lo que pasó no estuvo nada bien, y sabes que fue nuestra culpa –Damian agregó.

–¡Claro que no! ¡¿d-desde cuando él tiene permitido poner reglas a todo esto?!

–¡Desde que casi matas a un hombre hace unas horas! –gritó Percy muy enojado– ¡¿enserio tienes la osadía de preguntar por qué es obligatorio tener reglas?! ¡Mandaste a terapia intensiva a una persona junto con su Pokémon! ¡Damian tuvo que arriesgar su vida para salvar la de ellos ¡¿y si no hubiera llegado a tiempo?! ¡¿y si el auto se hubiera hundido antes de que pudiera sacarlos?! ¿qué crees que hubiera pasado, Andreu? ¡¿eh?! ¡Dime!

La ira que Percy sentía se mostraba plasmada en sus ojos, mirada, y la manera en la que se comportaba, mientras que Andreu no decía nada ante los regaños de su primo, dejando su cámara apuntando a un mismo punto mientras esta se encontraba grabando, murmurando pequeñas cosas sin argumentar nada. Percy logró calmarse al cabo de unos segundos.

–Escuchen, nos estamos volviendo cada vez más fuertes. Cada minuto que pasa logramos obtener más energía que nos permite usar movimientos aún más poderosos d incontrolables, si no queremos que nadie más salga lastimado por nuestra culpa, debemos acatar a lo siguiente: Primero, solo practicaremos en lugares aislados, no debemos dejar que alguien nos vea. Segundo, no usaremos estas habilidades estando solos, nada más en caso de emergencia. Tercero, y la más importante, jamas usaremos las habilidades contra cualquier persona o Pokémon. Serán nuestra normas a partir de ahora ¿entendido?

–Sí, amigo, muy claro –dijo Damian– ¿verdad, Andreu?

–C-como el cristal –respondió Andreu entre dientes.

–Bien ¿les parece si nos volvemos a encontrar mañana? –Preguntó Percy.

–Claro que sí, hasta conozco un lugar al que sería excelente ir

–Genial entonces. Ya es algo tarde, así que nos vemos mañana, hasta luego...

Percy se despedido un poco apresurado de sus compañeros, para luego irse rápido volando sobre su Braviary, mientras que Damian y Andreu volvían a subirse a la camioneta, para luego irse antes de que se preocuparan por ellos. 

- Poder Sin Límites -  [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora