Cuarta Parte

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Tras haber llegado finalmente a su región hogar después de su gran viaje aéreo, los tres amigos se despidieron una vez más, dirigiéndose  a sus casas por caminos diferentes. En esta ocasión, Percy era el que llevaría a Andreu a su hogar, cosa que al llegar ahí, este le agradeció de manera amable, mas al entrar, se encontraría con una escena desgarradora para él.

–¡M-mamá! –grito muy exaltado.

Su madre yacía tendida en el suelo tosiendo con fuerza, mientras que el pequeño Growlithe intentaba desesperadamente llamar la atención de alguien para que pudieran ayudarla. Aquella reacción no había podía ser producida por otra cosa sino el no haber tomado la medicina que le correspondía, por lo cual Andreu comenzó a llamar a su padrastro mientras la buscaba, furioso de saber que él no estuviese haciendo algo para ayudarla, por su parte, Martín se encontraba abajo en el sótano.

Bebiendo una de las pocas botellas de alcohol que le quedaban, buscaba entre las cosas que su esposa e hijastro habían guardado a lo largo de los años, tratando de encontrar algo que vender para poder ganar dinero, hasta que logró divisar algo que llamó su atención. Oculta entre uno de los estantes, se hallaba una cámara algo vieja que la madre de Andreu le había regalado hace un tiempo, si bien esta ya no se podría utilizar para grabar, por su antigüedad, el valor de esta seguramente era bastante alto.

Descubrir esto lo había enfadado bastante, al punto de lanzar varias cosas al suelo en una rabieta. Arriba en la sala, Andreu se mantenía al lado de su enferma madre, cuidando que no le volviese a pasar algo como eso, hasta que finalmente se estabilizó, fue ahí en donde el chico pudo dejar de contener el aliento, y darle un fuerte abrazo a su madre.

–¡Andreu! ¡ven acá en este instante! –su padrastro lo llamó, por lo que bajo rápidamente al sótano.

–¿S-si? ¿qué pasa? –preguntó con voz entrecortada ya estando en frente de Martín.

–Dime ¿por qué diablos no vendiste una cámara tan valiosa como ésta? –preguntó con irá.

–Es u-un regalo de mi madre, l-la primera cámara que ella me obsequió –su voz temblaba al tratar de responder.

–No me vengas con escusas ¡¿cómo tienes la osadía de guardar algo que nos podría suministrar bastante dinero?! 

–La c-cámara es mía, no vendería el m-mayor presente de mi madre –contestó intentado ser fuerte.

–¡Dije que dejaras las escusas! ¡ya estoy harto!

Martín se abalanzó con rápidamente con furia sobre Andreu, cubriendo el cuello de este con sus manos, tratando de ahorcarlo para así descargar todo el enojo que guardaba dentro de sí, pero en esta ocasión, el chico no dejaría que se saliera con la suya nuevamente.

–¡Fuerza! –Andreu gritó el nombre de un clásico movimiento de tipo lucha, quitándose del cuello las manos de su padrastro, para luego arremeter contra él, tomar su cuello con una mano, y estamparlo con fuerza contra la pared– ¡puedo hacerte mucho daño! Si lo quisiera ¡acabaría con tu vida en este instante! –después de haber dicho eso, el muchacho lo lanzó sobre una mesa, haciendo que esta se rompiera por el fuerte impacto; Growlithe al verlo, se escondió en una esquina.

Molesto por todo lo que acababa de suceder, Andreu tomó su preciada cámara vieja, y la colocó en un punto más secreto sobre otra estantería, mientras que su padrastro agonizaba de dolor detrás de él. Al haberlo hecho, simplemente le dedico una pequeña mira de desprecio al hombre herido, para luego salir del lugar dirigiéndose a la sala.

–H-hijo ¿qué pasó? –su madre preguntó muy preocupada.

–No ha pasado nada, mamá –Andreu le contestó.

- Poder Sin Límites -  [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora