Capítulo 28

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Narra Mafuyu Sato

Me hice el dormido para cuando Yuki estaba terminando y se venía dentro mío. El me dejó tendido en el suelo y se fue a acostar a mi. Me aseguré de que el estuviera dormido para poder levantarme e inmediatamente sentí un fuerte dolor abajo. Esperaba y deseaba que Yuki no se despertara y que Kedama solo estuviera inconciente porque no se movía para nada

Mientras me acomodé la ropa con una mano porque en la otra cargaba a Kedama, me dí cuenta de que había salido sangre por lo agresivo que fué. Ya luego me limpiaría y me curaría las heridas, por ahora solo quiero saber cómo está mi Kedama

Por desgracia, sonó el timbre, miré rápido hacia Yoshida quien aparentemente no se despertó por tal sonido. Me apresuré en abrir la puerta principal por miedo a que si volvieran a tocar el timbre, esta vez si despertarían a Yoshida. Afuera estaba Uenoyama

—Hola...—saludó tranquilo, pero luego de examinarme con la mirada, aquella calma se desvaneció—. ¿Mafuyu?, ¿que pasó?

Se acercó rápidamente hacia mi y empezó a recibir los las heridas que el rubio me había causado en el proceso de la violación. Su rostro reflejaba angustia, entonces decidí entregarle a Tama

—Llevalo para que lo revisen, ¡no quiero que nada malo le suceda!—dije viendo cómo Uenoyama se sorprendía. Solo quiero saber cómo está Kedama

—Mafuyu, debemos pensar en tu salud también, te voy a llevar a que revisen tus heridas—respondió Uenoyama cargandome estilo princesa y así yo terminar cargando a Tama de nuevo

—Entonces... solo llévame a casa de Hiiragi—pedí aferrándome a Uenoyama. Sentir su calidez y latidos de su corazón logrando hacerme olvidar todo lo que pasó e incluso me quedé dormido por unos segundos. La casa de Hiiragi no quedaba tan lejos de la mía así que no tardamos mucho

Uenoyama tocó el timbre, transcurridos unos segundos nos abrió la puerta Shizusumi, el cual se sorprendió de vernos. Yo no me sorprendí pues sabía que si no estaban los papás de Hiiragi, no era de extrañar que Shizusumi sea el que abra la puerta y cosas así. Lo mismo sucede cuando Hiiragi se queda a solas en casa de Yagi con el

—Shizu, ¿quien llegó?, no me digas que fu...

El teñido se alarmó al verme y rápidamente se acercó a mi. Le pedí a Shizu que llevara a Tama al veterinario, aunque al principio dudó en si hacerlo o esperar un poco para saber sobre mi estado, Shizu terminó accediendo y se fué con Tama

—Me maldeciré el resto de mi vida por haber dejado que esto sucediera—dijo Hiiragi tratando de cargarme, pero me dí cuenta de que sus piernas temblaban levemente y el hacia fuerza con su mano rota, así que me bajé y me puse de pie. Me apoyé del teñido que también se apoyó un poco de mi

El teñido me llevó hasta el baño de su casa, el le pidió a Ritsuka que cerrara la puerta y que esperara en la sala. Con cuidado, ayudó a quitar mi ropa

Me sentí un poco incómodo, aún así no puse resistencia, sabía que Hiiragi lo hacía por un bien y, en caso de que no, Ritsuka estaba cerca para salvarme

Hiiragi me había visto desnudo en el pasado y viceversa así que estábamos en suma confianza

—¿Durante cuanto tiempo más o menos te violó?—preguntó directamente. El teñido podía ser distraído en ciertas ocasiones, pero en los momentos importantes se daba cuenta del más mínimo detalle, no me sorprendió que lo dedujera

—Lo suficiente como para que Ritsuka se preocupa al no saber de mí y decidiera ir a mi casa a ver si estaba bien—fue mi respuesta

—Sé que se me partirá el alma, pero por favor llora, Mafuyu—pidió acariciando mi mejilla maternalmente—. Expresa tu dolor de alguna forma, verte así es más tortuoso que verte llorar. Si tienes rabia, adelante, golpeame o lo que sea. Pero haz algo

—Perdón, Hiiragi—me disculpó al ser incapaz de cumplir con su petición. Le sonreí—. Simplemente, no puedo

El teñido bajó la mirada y sollozoba silenciosamente, no hacía falta que yo lo viera para saber lo mucho que lloraba y que su rostro reflejaba dolor

Me quitó la ropa interior que era la única prenda que faltaba, noté que le iba a dar algo cuando vió la sangre ensuciar esa prenda

—Duele menos de lo parece, no te preocupes—dije tratando de calmar sus temblores, cesar sus lágrimas, silenciar sus sollozos y anhelando una sonrisa suya reconfortante

—¿S-Se v-vino de-dentro tuyo?—tartamudeó Hiiragi entre sollozos y con su respiración demasiado alterado parecía que sufriría un ataque de pánico

—Si, pero yo sé cómo limpiarlo por mi cuenta, solo encárgate de curar el resto de mis raspones—contesté. Hace una semana, Hiiragi se veía tal y como me veo yo ahora o incluso peor, yo me había encargado de cuidarlo, ahora los papeles se habían invertido

Mi cabeza dolía demasiado, siento como si me fuera a desmayar en cualquier momento. Me comporté muy sumiso y tranquilo a los toques de Hiiragi para ver cuales eran las heridas antes de ver cómo tratarlas

—Mataré a Yuki—comentó viendo lo grave de algunos raspones en mis brazos—. Si me lo hace a mi no importa, me da igual si decide maltrarme o lo que sea, pero esta vez cruzó la línea, nadie se mete con mi hermanito de otra madre

... Un momento...

—¿Acaso Yuki era quién te golpeaba?—pregunté. Ahora las cosas tenían sentido, ahora todo estaba claro—. ¿Yuki también te violó?

El teñido me miró atónito, ni el se había dado cuenta de que había metido la pata prácticamente

—... Hablaremos de eso luego de que te des un baño, Mafuyu—fue lo único que dijo justo antes de salir—. Iré a buscarte algunas prendas mías y cosas para tratar bien tus heridas. Por ahora, solo báñate

—... Ok

Luego de bañarme y todo lo que le siga, le sacaré la verdad a Hiiragi

Bandas (Given)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora