Bandas (Given)

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Narra Ritsuka Uenoyama

Pasé unas semanas sin saber nada sobre Mafuyu, sentía estar al borde de la locura por no verlo, de mi mente podía sacar a ese chico de cabellera pelirroja. Incluso me distraía mucho pensando en Mafuyu mientras tocaba la guitarra.

En un segundo encuentro por pura casualidad con Hiiragi en el parque, conseguí su número de teléfono de Hiiragi, y desde que lo tengo le pregunto sobre Mafuyu casi todos los días.

No he querido insistirle al teñido sobre ver a Mafuyu para no mostrarme obsesionado con el pelirrojo, pero si le pregunto por su salud. Y así, habían logrado transcurrir días.

—Oye—habló Yayoi mirándome—. Es domingo, ¿no tienes cosas que hacer o con quien salir acaso?—preguntó.

Era casi medio día, y al no tener nada que hacer, mi hermana y yo estábamos en la sala de estar de nuestra casa. Yayoi estaba acostada en el sofá boca arriba con su cabeza sobre mi regazo, yo simplemente estaba sentado.

—Haruki-san tiene trabajo, Kaji-san también, mis dos amigos de la escuela saldrían a solas y no quiero molestarlos—respondí sin apartar la vista de mi teléfono—. Es domingo y no tengo nada mejor que hacer que quedarme en casa a ensayar con la guitarra.

—Que desperdicio—murmuró ella—. Bueno, yo no tengo planes con nadie ni tengo nada que hacer más que molestarte. ¿Y si traes tu novio para conocerlo?.

—No es mi novio—aclaré con una ligera frustración.

—¿Se pelearon?.

—No. Nunca fuimos pareja en primer lugar, ustedes fueron los que empezaron con eso.

Mientras hablaba, me llegó un mensaje de Hiiragi diciendo "Te tengo que contar algo importante. Llámame".

Nunca sé que esperar de ese teñido, es demasiado bipolar y le falta un tornillo. Lo llamaré solo porque puede ser algo sobre Mafuyu.

Le marqué a su número, luego puse el teléfono cerca de mi oreja. Yayoi me miró confundida sin apartarse de su posición.

No tardaron mucho en responder a la llamada.

—¿Qué sucede, Hiiragi?—hablé directamente sin esperarme respuesta alguna por parte del receptor.

—Uenoyama-Kun... —Esa voz...

Pude determinar con sencillez que se trataba de Mafuyu. ¿Cómo no reconocer esa voz tan angelical que tiene?.

—Hola Mafuyu—saludé esforzándome por camuflar mi emoción y alegría de oírlo. Me ponía feliz con solo oír su encantadora voz—, ¿cómo estás?.

—Bien. Hiiragi me dijo que querías hablar conmigo—mencionó Mafuyu con total tranquilidad—. Yo también he querido hablar contigo... oye... ¿quieres venir a mi casa un rato?.

—Ehhhh... —Lo pensé durante unos segundos. No tengo más nada que hacer, además, muero de ganas por verlo— sí, ya voy para allá—contesté a la final, evitando sonar desesperado—. No tardo en llegar.

—Te espero. —Escuché que dijo justo antes de colgar mi llamada dejándome con las ansias de querer verlo.

Es extraño, pareciera que me enamoro más de Mafuyu conforme pasan los segundos. Me trae loco.

—Así que sí saldrás con tu novio—comentó Yayoi sentándose a mi lado para darme la oportunidad de levantarme. Me coloqué de pie—. Y yo que te iba a ofrecer una salida de hermanos...

—Para ti "Salida de hermanos" significa salir juntos con el único propósito de que yo te compre un helado.

—No te lo voy a negar, estás en lo correcto, idiota.