•CUATRO•

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Desperté y vi un reloj de pared que marcaba las 3 de la tarde. Mierda. Rebusqué en el bolso que tenía al lado, suponiendo que era el mío. Sí. Ahora busqué el móvil, y en cuanto lo encontré y desbloqueé, me temí lo peor. Trece llamadas perdidas, de mis padres y cinco más de mi hermano. La había jodido y bien. A duras penas traté de levantarme, pero la cabeza me daba vueltas, y sentía que si seguía intentando levantarme explotaría. Volví a caer dormida. Sentí que alguien me daba pequeños golpes y al abrir los ojos vi a Sarah.

-¿En qué diablos estabas pensando cuando viniste aquí? Levántate, tus padres te están buscando desesperados y tienen noticias para ti.

-¿Qué notícias? ¿ De qué me estás hablando si se puede saber? - Dije aún muy dormida y con un fuerte dolor de cabeza.

-No lo sé, solo me encargaron que te buscara. Así que haz el favor de levantarte. Pasaremos por mi casa y te darás una ducha, como te vean así el castigo será peor.

-¿Qué les diré?

-¿Cómo?

-Pues eso, si me preguntan donde he estado, ¿ que les digo?

-A estas alturas amiga mía creo que lo mejor que puedes hacer es decirles la verdad...- dijo apenada.

-No puedo...- Y sin quererlo sonó como un sollozo.

-¿Qué ocurre?

-Quieren enviarme a Australia con mi tía.

Ella simplemente asintió seria. No suponía una gran sorpresa ya que últimamente mi comportamiento no era el más adeacuado.

Después de llegar a casa de Sarah y de darme una ducha, me estaba maquillando un poco para verme más decente, entonces Sarah se acercó dispuesta a hablarme.

-Siento que tus padres de verdad estan decididos a enviarte a Australia...

-No se sabe, quizás deciden darme una última oportunidad.

-Si te la diesen, todas sabemos que no la aprovecharías, y no intentes convercerme de lo contrario. Nos conocemos.

Bufé y pase mi mano por mi cabello aún húmedo. Fui a sentarme en la punta de la cama. Ella imitó mi acción.

-Las demás se disgustarán cuando se enteren.- Dijo en un tono maternal.

-Lo sé.-Respondí muy seca.

Hubo un silencio incómodo, pero Sarah enseguida lo rompió.

-Deberías ir a ver a tus padres de una vez.

Asentí con la cabeza y me despedí de ella.

Caminé hasta mi casa, no quedaba muy lejos. En cuanto llegue al portal, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Busqué en mi bolso las llaves, y abrí la puerta. Justo cuando llegue al piso, hubo algo en mi que no quería que entrase. Me quedé paralizada frente a la puerta. Mi shock desapareció al oír el ruido de mi móvil sonando ante una llamada entrante de mi madre. No pasaron cinco minutos cuando vi la puerta abrirse y mi hermano tras ella.
-Pasa anda. -Y con un gesto cariñoso me invitó a pasar. - No te espera nada bueno ahí dentro, lo sabes ¿no ?
Asentí levemente y pasé, visualicé el comedor y vi a mis padres sentados y justo delante de ellos un sitio libre que no tardé en adivinar que era para mi. Allí se llevaría a cabo la "charla". Bufé y me senté delante de ellos con la mirada fija en la nada. No sé por que no podía mirarles a la cara.
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Holaa! Sé que es corto pero hacía mucho que no subía algo y eso jajajaj. Espero que os gustee:*

Out of my limit | Luke Hemmings❌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora