Capítulo 18: La Verdad.

65 5 7
                                    

Capítulo 18.

*La Verdad.



YooChun:

Al abrir los ojos me encuentro con un cálido bulto aferrándose a mi costado. De manera innevitable, sonrío. Suspiro aliviado. Acaricio su cabello y puedo ver las reíces castañas empezar a ser visibles. En este punto, creo haber pasado por una terrible pesadilla los pasados días.

Esos días de separación, seguidos de los angustiosos donde recorrí secciones enteras por toda la ciudad en su búsqueda. Suelto un resoplido, impaciente por los siguientes acontecimientos. Esta es la calma antes de la tormenta.

Miro a la nada y pienso en mi hermano. Debo enfrentarlo por el crimen que cometió y hacerlo pagar. Incluso si JunSu dice que no lleve las cosas así de lejos, no puedo olvidar que el primero en cruzar la línea fue YooHwa. Si no lo encierro en alguna carcel federal, al menos me tomaré mi tiempo para mandarlo al hospital por al menos un mes. No me importa si mis padres me dejan de hablar por el resto de mi vida, o si me desheredan. Nada de eso importa ahora, sólo hacer un poco de justicia por mí amado.

Mi querido Susu se remueve a mi lado. Dirijo mi vista a él, para encontrar sus ojos abiertos de a poco, mirándome de una manera tierna pero asombrada. Su linda boca se curva hacia arriba mientras mira alrededor, a sus manos y luego a mí, le correspondo la sonrisa y beso su frente. Acaricio su mejilla con el dorso de mi mano y puedo sentir cómo se pone rojo.

Anoche, cuando llegamos, lo llevé a mi cama para hacerlo descansar, pero se negó a que me alejara. Me senté a su lado y él me abrazó, lloró en mi pecho e hice lo que pude para confortarlo, frotando su espalda mientras pronunciaba promesas que esta vez cumpliré. Para cuando dejó de llorar, ambos nos acurrucamos para dormir abrazados en mi cama.

JunSu se escapa de mis caricias y hunde su rostro en mi pecho. Temo que vuelva a llorar, pero en su lugar, me sorprende al decir...

—Te extrañé —habla claro, sin dejar de abrazar mi torso, como si fuera lo más importante.

—Yo también, no tienes idea de cuánto —respondo, aguantando el escozor de mis ojos.

Sujeto con delicadeza su cara entre mis manos, la despego de mi pecho y elevo a la altura de la mía. Nuestras narices se rozan, mis ojos se encuentran con los suyos, siento com si fuera un sueño el tenerlo por fin delante de mí. Quiero besarlo y estoy por hacerlo, pero la palma de su mano me detiene. No parece molesto, en realidad su rostro está muy sonrojado, desvía la mirada tímido.

¡Dios, quiero comerlo a besos!

Una ligera risa se me escapa. ¿Cómo puede ser tan lindo?

—No es mejor empezar el día con un baño —dice de pronto, sin objetivo aparente, hasta que continua—. Deberíamos bañarnos juntos, ¿no crees? —sugiere con una expresión inocente, aunque su sonrisa le delata.

—Claro, lo que digas cariño —casi suspiro de emoción, pero me contengo.

Mi adorable JunSu baja de la cama, tira de mi mano y me guía a través de mi habitación, hasta el pasillo, abre una puerta contigua, que es la equivocada; ya que es la habitación que utilizo como biblioteca, pero sin perder los ánimos continúa llevándome.

No puedo borrar esta gran sonrisa de mi cara. Cuando por fin encuentra el cuarto de baño, se interna junto conmigo, cierra la puerta a mi espalda y con las mejillas más rojas que le he visto, se quita el pantalón frente a mí, junto a su ropa interior. Esa ropa que le di ayer, para cubrirlo. Y ahora que lo noto, ninguno se cambió ni aseo ayer, cuando llegamos sólo nos acostamos juntos, sin hacer ni hablar de nada importante.

Love me for Ever [YooSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora