Capítulo 13: Ambición Desdeñosa.

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YooChun:

—¿Qué sabes tú sobre eso, Ricky?

Mi hermano no contesta. El chico que se decía mi hermano me observa con algo muy cercano al desdén. Entonces el silencio y su mirada me lo dicen.

—Fuiste tú —acuso a mi hermano con esta voz rota y fría—, ¡tú y Melisa lo planearon todo!

—No eres tan tonto como creí Hyung —ese chico frívolo no lo conozco, mi hermano menor se ha marchado y ha dejado a este maldito bastardo en su lugar—. Pero, incluso si lo sabes, ¿él te creerá? —Ricky señala el edificio a nuestro lado, refiriéndose a JunSu.

Y por mucho que lo maldiga, tiene razón. Su creerá que es sólo otra excusa para "cubrir" mi error. Entonces el peso de la situación cae sobre mí por completo. Si el chico que quiero no me cree y no tengo forma de comprobar nada, tal vez jamás me perdone. Si esto sigue, nunca podré estar a su lado de nuevo.

—Encontraré una manera —digo con mi seguridad pendiendo de un hilo.

—Como digas —Ricky me da una palmada en el hombro mientras pasa a mi lado; tengo el impulso de apartar su mano pero no lo hago—, no haré nada hoy, pero debes cuidar a Kim JunSu, podría ser robado por mí —el tono burlesco sale como veneno de sus labios, lo ignoro.

Los pasos de YooHwan se alejan, volteo para verlo marchar. Le observo hasta que desaparece entre las calles, las personas, pero la opresión en mi pecho sigue ahí. Observo el edificio del chico que amo, anhelando encontrar una inmediata manera de hacerlo creer en mí de nuevo.

Por el momento no la hay.

*

No sé cómo logro llegar a casa sin derrumbarme en el camino. Mis pies que estuvieron pegados al suelo un par de horas después de mi enfrentamiento con Ricky, esperando frente al edificio como un loco, son movidos a la fuerza por mí. Mi departamento me recibe con una helada sensación de vacío.

Cada paso se siente como caminar sobre brea, lento, tortuoso, choco con un par de muebles antes de terminar acostado en mi cama. Una vez ahí vuelvo a recordar:

«No te voy a creer», JunSu, prometo que es verdad.

«Terminemos ya con esto, ¿quieres?», no quiero.

«Por favor, deja de molestar y lárgate», no digas eso.

«Déjame solo y no vuelvas nunca», eso, es demasiado tiempo.

—Por favor dame una oportunidad, prometo no decepcionarte —hablo con la almohada a mi lado mientras imagino que es mi Susu.

Pienso en todo y en nada durante lo que parecen minutos. En la manera dulce de sonreir que él tiene, en lo feliz que se veía a mi lado, en su sonrojado rostro cuando me acerco a besarlo, lo bonito que es, lo cálido que es su cuerpo, en su brillante y erótico rostro al hacerle el amor. En todas y cada una de las pequeñas cosas que lo hacen feliz, la mayoría descubiertas por mí al ser su mascota y luego, su novio.

Intento dormir para dejar de compadecerme, pero mi teléfono suena. Lo ignoro, sin embargo, pronto se vuelve insoportable. Contesto sin mirar

—¡Qué!

—No debes contestarle así a quien te dio la vida, hijo.

Miro enseguida la pantalla de mi móvil, en ella el nombre de mi padre me encara. Regreso el aparato a mi oreja.

Love me for Ever [YooSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora