_-~-_
La pista de hielo era su refugio, el único lugar donde se sentía verdaderamente libre. Sin embargo, fuera de ella, las demandas familiares se volvían ineludibles. En la universidad, su camino se cruzaría con Hanni, una joven que también enfren...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Capitulo Tres—
El sol apenas comenzaba a asomarse en el horizonte cuando Minji y Taehyung llegaron al campus de la universidad. La gran entrada de la institución se alzaba imponente ante ellos, sus paredes de piedra y ventanas reflejando una historia de tradición y excelencia académica.
—Es impresionante, ¿no?— Comentó él, viendo la expresión en el rostro de su hermana. —Recuerdo mi primer día aquí. Estaba tan nervioso como tú, si no más.—
Minji esbozó una sonrisa nerviosa. —Gracias por traerme, Tae, no sé si hubiera podido manejar esto con papá.—
El chico asintió, comprensivo. —Lo sé, por eso insistí en traerte. Quiero que sepas que no estás sola en esto. — Murmuró desde su asiento.— Aquí tienes el mapa que te preparé, te ayudará a orientarte y a encontrar tus clases más fácilmente.—
Minji tomó el mapa, agradecida, apretándolo en su mano derecha. —Gracias, esto me ayudará mucho.—
—Recuerda.— Habló Taehyung, poniendo una mano reconfortante en el hombro de su hermana, —Es solo el primer día, tómatelo con calma, no tienes que tener todo resuelto de inmediato.—
Ella respiró profundamente, tratando de calmar sus nervios. —Lo sé, pero no puedo evitar sentirme abrumada…es un mundo completamente nuevo.—
—Y lo conquistarás, como siempre haces.— Respondió el chico con una sonrisa alentadora. —Tienes todo lo necesario para triunfar aquí, solo confía en ti misma.—
Con un último abrazo, Taehyung se despidió y se subió de nuevo al coche. —Buena suerte, Min. Estoy a una llamada de distancia si necesitas algo.—
—Te veré luego.— Salió del auto, y durante un par de segundos vio como el coche se alejaba.
Luego, se volvió hacia la entrada de la universidad, sintiendo una nueva oleada de nervios. Era el comienzo de un nuevo capítulo en su vida, y aunque el camino era incierto, estaba decidida a enfrentar lo que viniera.
Con el mapa en mano, cruzó el umbral de la universidad. El bullicio de estudiantes y profesores llenaba el aire, creando una mezcla de voces y pasos apresurados.
Se detuvo por un momento, observando a su alrededor, tratando de absorber todo;se sentía como un pez fuera del agua, pero recordó las palabras de su hermano y tomó un profundo respiro.
Siguiendo las indicaciones del mapa, Minji recorrió los pasillos hasta llegar al edificio de la facultad de derecho. Cada paso resonaba en su mente, un recordatorio de la nueva etapa que estaba comenzando. Al entrar al aula, se sintió un poco intimidada por la cantidad de estudiantes ya presentes, todos aparentemente seguros de sí mismos y de su lugar en este mundo académico.
Minji encontró un asiento al final del aula y se acomodó, sacando sus cuadernos y libros. Mientras esperaba a que comenzara la clase, no pudo evitar pensar en la pista de hielo. Sentía que una parte de ella todavía estaba allí, deslizándose y girando con libertad, pero ahora, tenía que concentrarse en este nuevo desafío.
El profesor entró, y la clase comenzó. Ella se esforzó por seguir el ritmo, tomando notas y prestando atención a cada palabra, sin embargo, pronto se dio cuenta de que no era tan fácil como esperaba. La terminología legal era complicada y, a veces, sentía que las explicaciones del profesor pasaban por encima de su cabeza. Además, el ritmo rápido de la clase la hacía sentir que siempre estaba un paso atrás.
Después de la primera clase, salió del aula sintiéndose abrumada. Decidió ir a la cafetería para despejar su mente y relajarse un poco antes de su próxima clase, mientras esperaba en la fila para pedir un café, accidentalmente chocó con otro estudiante, derramando ambas bebidas.
—Oh, lo siento mucho.— Se disculpó rápidamente, tratando de limpiar el desorden.
—Está bien. — Respondió la estudiante con una sonrisa, aunque claramente algo incómoda. —Solo ten más cuidado la próxima vez.—
Minji se sintió avergonzada, sus mejillas ardiendo mientras tomaba un nuevo café y se dirigía a una mesa junto a la ventana. Observó a los estudiantes pasar, tratando de calmar sus nervios. Sacó el mapa nuevamente y planeó su ruta para las siguientes clases, agradecida de tener la guía de su hermano.
La segunda clase del día no fue mucho mejor;llegó tarde porque se perdió en el laberinto de pasillos y terminó entrando justo cuando el profesor estaba comenzando su introducción. Todos los ojos se volvieron hacia ella, haciéndola sentir aún más nerviosa. Se disculpó y se deslizó en el asiento más cercano, tratando de ignorar las miradas curiosas.
Cuando finalmente llegó el final del día, Minji se sintió agotada;había sido un día largo y lleno de pequeños contratiempos, pero también había aprendido mucho. Sabía que este camino no sería fácil, pero estaba decidida a hacer que funcionara.
Al llegar a casa, encontró un mensaje de Taehyung en su teléfono:—”¿Cómo fue tu primer día? Llámame cuando puedas."—
Min sonrió ante la preocupación de su hermano y decidió llamarlo de inmediato. —Hola, Tae, fue un día duro, pero lo logré. Gracias por el mapa, fue una gran ayuda.—
—Me alegra escuchar eso.— Respondió él. —Recuerda, los primeros días siempre son difíciles. Solo sigue adelante, un paso a la vez.—
—Lo haré.— Dijo Minji, sintiéndose un poco más animada. —Gracias por estar ahí para mí.—
—Siempre, Min, siempre.—
Colgó el teléfono, sintiendo una mezcla de cansancio y determinación. El primer día en la universidad no había sido perfecto, pero era solo el comienzo. Cada día sería una oportunidad para aprender y crecer, y aunque su corazón aún anhelaba el hielo, estaba decidida a hacer de esta experiencia algo significativo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
