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La pista de hielo era su refugio, el único lugar donde se sentía verdaderamente libre. Sin embargo, fuera de ella, las demandas familiares se volvían ineludibles. En la universidad, su camino se cruzaría con Hanni, una joven que también enfren...
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—Capitulo Cuatro—
La primera semana en la universidad pasó en un abrir y cerrar de ojos para Minji. Cada día comenzaba temprano, con Taehyung recogiendo a la pelinegra y llevándola al campus. Los trayectos en coche se convirtieron en momentos importantes para ambos, una oportunidad para hablar y compartir sus pensamientos.
—¿Cómo te sientes hoy?— Le preguntaba su hermano cada mañana, mientras el sol se levantaba sobre la ciudad.
—Un poco más segura.— Respondía ella, aunque algunas veces añadía. —Pero todavía nerviosa.—
Taehyung siempre le ofrecía palabras de aliento. —Es normal, poco a poco te irás acostumbrando, solo mantén la cabeza alta.—
Minji apreciaba estos momentos de conexión con su hermano. Saber que él estaba allí para apoyarla hacía la transición más llevadera. Una vez en el campus, se sumergía en su rutina académica. Las primeras clases seguían siendo desafiantes, pero comenzaba a familiarizarse con la terminología y los conceptos legales.
Cada día después de sus clases, esperaba el autobús en la parada frente a la universidad;los primeros días se sintió un poco perdida, tratando de encontrar el autobús correcto y asegurándose de no perderse. Con el tiempo, se hizo experta en navegar el sistema de transporte, encontrando incluso un asiento favorito junto a la ventana desde donde observaba la ciudad.
Las tardes en el autobús se convirtieron en momentos de reflexión para Minji. Pensaba en sus clases, en las expectativas de su padre, y en su amor por el patinaje. Aunque había dejado la pista de hielo, su pasión seguía viva en su corazón, y a veces, imaginaba rutinas mientras el autobús avanzaba lentamente por las calles.
En su tercera noche de clases, su hermano le hizo una pregunta importante. —¿Estás bien, Min? Pareces un poco distante últimamente.—
Ella suspiró, mirando el techo de su habitación. —Solo estoy tratando de adaptarme a todo esto. Es mucho para asimilar.—
Él se acercó y se sentó a su lado. —Lo sé, Min, pero recuerda, no tienes que hacerlo sola. Si necesitas ayuda, estoy aquí. Y también puedes hablar con tus profesores o buscar grupos de estudio.—
—Gracias, Tae. — Respondió, sintiendo el peso de la semana sobre sus hombros. —Es solo que a veces siento que nunca podré amar esto tanto como amaba el patinaje.—
—Eso es algo que descubrirás con el tiempo.—Dijo el chico con suavidad. —Puede que no sea lo mismo, pero quién sabe, tal vez encuentres algo en la abogacía que también te apasione.—
El apoyo constante del mayor y sus palabras de aliento eran un bálsamo para Minji. Sabía que la adaptación sería un proceso, uno que requeriría paciencia y esfuerzo.
El viernes, después de una semana agotadora, los hermanos decidieron cenar juntos en un pequeño restaurante cerca de su casa. Mientras disfrutaban de su comida, Taehyung le preguntó:—Entonces, ¿cómo evalúas tu primera semana?—
Ella sonrió, sintiendo una mezcla de cansancio y logro. —Fue dura, pero creo que estoy comenzando a encontrar mi ritmo. —
—Estoy orgulloso de ti por no rendirte. —Habló él, levantando su vaso en un brindis. —Por una semana más, y las muchas que vendrán.—
Minji levantó su vaso, sintiendo una chispa de determinación. Sabía que el camino sería largo y lleno de desafíos, pero con el apoyo de su hermano y su propia fuerza interior, estaba lista para enfrentar lo que viniera. La primera semana había sido solo el comienzo, y estaba decidida a encontrar su lugar en este nuevo mundo.
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Importante:Creo que empezaré a subir de a dos capitulos cada domingo, ¿Les parece bien?
