SINFONÍA

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El era mi personaje favorito, lo admiraba, lo conocía desde que era solo un niño, Laughing Jack se llamaba, me vestí de él en múltiples ocasiones, leí su historia más de cien veces, pero, cuando entré al instituto, lo dejé, no quería que pensaran que era un infantil que creía en estúpidos cuentos de miedo para críos y con el tiempo me olvide de él; cuando acabé la universidad me mude a una vieja casa situada en Londres, todo iba bien, la casa era bonita, los vecinos agradables, el barrio seguro y ubicado en una buena zona, hasta un día; me encontraba escuchando música en YouTube, cuando entonces encontré una canción llamada: "Pop Goes The Weasel" miles de recuerdos invadieron mi mente, esa canción, fue mi favorita durante mucho tiempo, haya donde iba aquella melodía me acompañaba, podía escucharla mil veces y nunca cansarme de ella; Laughing Jack, pensé, decidí ponerla, solo para recordar un poco mejor a aquel personaje que hizo mi infancia increíble.
Allí me encontraba, escuchando aquella canción que marcó mi niñez, la sinfonía infantil y tierna clásica de una caja musical combinada con la voz de aquella niña y esa letra tan perturbadora, era perfecta, un equilibrio perfecto, digno de aquel perturbador payaso; nada más terminar la volví a poner, así sucesivamente, perdí la noción del tiempo, ni siquiera sé cuántas veces la puse, aún así, no me importó, me olvide de todo lo que tenía que hacer y me enfoqué solo en una cosa, la canción.
En un minuto de la melodía, Laughing Jack comienza a reírse, no me importó, sabía que provenía de la canción, hasta que después de oírla un par de veces, pude notar como aquella risa se hacía cada vez más notoria, a pesar de que eso me sorprendió un poco, no le preste atención, seguía creyendo que era de mi móvil de donde salía; pero, una vez que el sonido no se detuvo, y aquella risa seguía lo comprendí todo, el quería jugar, y yo era su juguete.

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