Harry Potter y el regreso de la oscuridad

𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬

     Había llegado el día de regresar a la escuela. Los chicos cursarían su sexto año. Su llegada a la plataforma 9 3/4 no tuvo inconvenientes.

Para Albus y Pandora era extraño llegar sin sus hermanos mayores. Toda su vida escolar la habían vivido con ellos.

Por fin había comenzado un nuevo año en la escuela. Sería un buen año.. o al menos eso esperaban.

     Los cuatro chicos se sentaron en el mismo
compartimiento dentro del expreso de Hogwarts. Sin duda, sería un año muy diferente, sobre todo para Albus, que había crecido mucho el año anterior.

Una vez terminando el viaje, los cuatro chicos se bajaron del tren sin problemas  y se pusieron en marcha hacia la entrada del castillo.

     Este yacía imponente frente a ellos, cada vez más grande, a medida que iban adentrándose en los terrenos. La mejor escuela de magia y hechicería de todos los tiempos: Hogwarts.

Los chicos estaban en el año de los É.X.T.A.S.I.S. Rose, tal cual como su madre, había aprobado todas las materias. Al resto tampoco les había ido mal en los MHB, por lo que cada uno estaba satisfecho con sus resultados.

Ninguno tenía muy claro que quería hacer luego de terminar sus estudios, pero aún tenían tiempo para pensarlo.

Albus, más de alguna vez había considerado en volverse Auror, tal cual como su padre, pero nunca se lo había comentado a nadie. Tenía miedo de no lograrlo y decepcionar a la gente.

  Aquella misma noche fueron recibidos con un gran banquete de bienvenida, luego de realizada la ceremonia de selección, como sucedía todos los años.

  Scorpius y Albus lo esperaban con anisas, las golosinas que compraron durante el trayecto hacia allá no habían sido suficientes. Todo indicaba que iba a ser un año tranquilo y normal en la escuela.

                   •     •     •

    Ya habían pasado un par de semanas desde que los chicos habían llegado. Todavía se estaban acostumbrando a sus nuevos horarios.

    Si bien tenían bastantes horas sin clase, lo cual había puesto bastante feliz a Albus y Scorpius. Cada Profesor les dejaba una cantidad inconmensurable de deberes. Por lo que no tenían mucho tiempo libre.

   Los cuatro habían obtenido la nota suficiente para optar por la clase de Pociones con el Profesor Lynch. El cual aceptaba alumnos con una calificación "S" (Supera las expectativas) o superior.

   Albus estaba bastante impresionado con su resultado. Decir que era un desastre en pociones era poca cosa.

      Aquella mañana, al entrar a la clase, percibió un olor muy fuerte.. un olor que le resultaba familiar.. era una mezcla entre madera vieja, brisa fresca y un perfume de flores.. era como si todo dentro de aquella sala estuviera impregnado por el perfume de Pandora.

   Que extraño.. —¿Hueles eso?— le susurró Albus a su amigo, que también parecía embobado por el olor de aquella sala.

— Palo de escoba.. pergamino nuevo..— empezó Scorpius.

    Albus lo miró confundido. Le iba a responder cuando el Profesor lo interrumpió Y los hizo acercarse a un mesón donde yacían diferentes calderos en frente de ellos.

    Rose y Pandora aparecieron justo después y se pusieron detrás de sus amigos. El Profesor Lynch comenzó:

—Sr. Potter ¿Reconoce alguna de las pociones que tiene enfrente?—. Rose de inmediato levantó su mano. El Profesor Lynch le sonrió.