TOUCH ME - MARIO BAUTISTA

０４

✧ ᴍᴀʀɪᴏ ʙᴀᴜᴛɪsᴛᴀ ✧

Eran las ocho de la mañana, desperté por culpa de los rayos del sol en mis ojos, miré a un lado mío de la cama y estaba una chica semidesnuda, era una chica equis que vi en la fiesta de anoche después de que se fuera T/N, y me la llevé porque no me quedaría con las ganas, pero ya no la necesitaba, por lo que la desperté.

—Hey. —la moví bruscamente.

—¿Qué sucede cariño? —preguntó adormilada y queriendo acercarse para abrazarme, pero la hice a un lado.

—Ya vistete, ya vete de la habitación.

—Pero Mario...

—Pero nada, ya pasamos la noche juntos, anda, vete, no necesitó que me satisfagas más.

Ella molesta se fue de la cama quitando la sábana y cubriendo su cuerpo, tomó su ropa y tacones para irse de ahí.

—Cierra la puerta cuando salgas. —mencioné burlón.

Después de aquella escena, recordé todo lo que había sucedido la noche anterior con T/N, por lo que tomé mi celular de inmediato, quería buscar su contacto pero una notificación de un mensaje por parte de mi hermano me desvío.
"Estamos en el comedor, te esperamos"
No los quería hacer esperar, por lo que de inmediato me cambié por algo sencillo, un short negro junto a una sudadera estilo tie dye y unos nike, me dirigí hacía el comedor del hotel, no había tanta gente por lo que de inmediato identifique la mesa en la que se encontraban mis amigos y hermano.

—Buenos días. —hablé con una sonrisa.

—Muy buenos días son para ti. —comentó riendo Ruiz.

—¿Por qué? —no comprendí su comentario.

—Mario Alberto Bautista Gil, te besaste a una de las modelos más preciosas que existe en la faz de la tierra ¿y todavía te atreves a preguntar el por qué? —contestó Zurita en manera de molestia pero al terminar comenzó a reír.

—Cierto... —eso me recordó lo que quería hacer desde que se había ido la chica de mi habitación.

Observé mi celular nuevamente, lo desbloquee, para después entrar a mis contactos y comencé a buscar alguna anomalía entre todos estos, no sabía cual había sido la manera en la que se había agendado T/N, por lo que fui pasando letra por letra, hasta por fin encontrarla.

—Love of your life... (Amor de tu vida) —dije en un susurro casi inaudible.

—¿Qué? —preguntó Villalobos, quien se encontraba a mi lado y escuchó un murmuro.

—No nada... —contesté.

—Si no es nada, ¿por qué tienes una sonrisa?

Ni siquiera me había dado cuenta de aquel gesto que se encontraba en mi rostro, no comprendía nada de lo que me estaba sucediendo.