Del porqué Albus Potter no asistió a la boda de su mejor amigo.

¡Disclaimer!

Decidí que Astoria, mamá de Scorp, no va a morir en esta historia, era eso, muak.

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Cinco años luego de la salida de Hogwarts de Albus, Scorpius y Rose, estos últimos dos se casarían.

Hace cinco meses y medio la boda estaba siendo planeada, hace siete que Scorpius se lo pidió a rose, y hace seis y medio que Albus se fue a Rumania con su tío Charlie, con la pobre excusa de que necesitaba un cambio de aires y allí podría volver a ejercer como investigador de nuevas especies de Dragones.

Pero en realidad, eso era una de tantas excusas que el azabache puso para alejarse de la pareja.

La pura, sincera y dolorosa verdad era que no soportaba ver a la pareja mientras el sentía su corazón roto, una vez mas. 

El enamoramiento de Albus hacia Scorpius comenzó unos años luego de iniciar su amistad, cumplidos los quince fue que lo aceptó completamente, y ahora, con veintitrés años, siquiera se sentía listo para ver como su mejor amigo era feliz con otra persona.

Rose y Scorpius salían hace cuatro largos años, un año luego de salir de Hogwarts fue cuando comenzaron su relación, y fue el comienzo de las falsas sonrisas del azabache.

Luego de medio mes de ver como Rose presumía su anillo, de como Molly y Hermione hablaban sobre una gran boda, Albus Severus Potter tomó la decisión de contactarse con su tío Charlie e irse a Rumania, donde podría intentar pasar la página.

Los dos primeros meses, Potter siempre contestaba las cartas de Malfoy, pero a partir del tercero, su tío Charlie le dijo que ya no se lastimara, y que por una vez, se pusiera como prioridad.

Albus obedeció.

Se concentró en su trabajo, y contestaba una o dos cartas de las muchas que Scorpius le mandaba, con respuestas escasas.

Se encargaba de mandarle dos o tres por mes a sus padres, preguntando por la salud de sus hermanos y si necesitaban algo.

Luego, se encargaba de mandarle bonitos regalos a sus abuelos, y muchas cartas, a veces le escribía a Rose, mandándole bonitas pulseras para que usara y luego, una fotografía mágica era enviada hacia él, mostrando a una contenta pelirroja usando todos los regalos que el le mandaba.

No podía odiar a Rose, ni aunque lo intentara, era, es y será su familia, siempre, y el la amaba, además de que siempre, excepto primer y mitad de segundo año, había sido su compinche de bromas, juegos y lo había abrazado cuando lloraba por Scorpius, a pesar de que ella nunca sabía que era por él, pero seguía ahí, poniendo su hombro y entrando a las mazmorras de Slytherin a escondidas cuando Albus se lo pedía.

Rose era de sus pilares mas grandes y jamás se enfadaría con ella por enamorarse de su mejor amigo, y mucho menos cuando el nunca manifestó sentimientos hacia el chico con el que habían crecido.

Había tenido muchas diferencias con la pelirroja, hasta que en segundo año, Rose lloró amargamente cuando un chico la humilló frente a todos, y Albus, corrió a su rescate, refugiándola en sus brazos y sentándola con ellos en las mesas de Slytherin, donde las serpientes al principio no la recibieron muy bien, hasta que notaron que era familia de su familia, y entonces, Rose se transformaba en alguien mas a quién cuidar, a pesar de no ser una serpiente como tal.

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Scorpius se encontraba feliz, no del todo, pero igual contaba.

Le había pedido matrimonio a Rose, su novia, ahora prometida y en menos de un mes, su esposa, ella había aceptado y ahora una gran boda se avecinaba, sin embargo, se sentía incompleto, sentía un vacío en su pecho que a veces no lo dejaba dormir, le faltaba Albus, su mejor amigo.