Capítulo X: Deja vú

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Los meses pasaban y su matrimonio no mejoraba en lo absoluto, todo se volvió rutinario, monótono.

Harry llegaba tarde a casa, cansado, con marcas en el cuello y un perfume desconocido, siempre el mismo maldito aroma, a Louis le causaba náuseas.

Se esforzaba en que Harry se acercara a sus pequeños, le rogaba por que los llevara al colegio o al parque, pero el rizado siempre se negaba, pues su excusa era que tenia una empresa que dirigir para pagar todas las buenas cosas que tenían, claro, el rizado olvidaba que Louis también tenía su propia empresa.

Los pequeños estaban tan alejados de su padre, pasaron por la etapa de llorar todo el tiempo por extrañar a papá Harry pero lentamente se fue esfumando hasta que se olvidaron de él.

Eran raras las noches en las que el rizado no estaba en casa, pero las había.

Diariamente le enviaba mensajes de "Te extraño" "Te esperaré en la cena" aún sabiendo que Harry siempre lo dejaba en visto y nunca llegaba.

Por otro lado Louis formó un lazo de amistad con Amelia, con ella se sentía con la libertad de llorar, y Amelia lo escuchaba, lo llegó a apreciar como un hijo más, y odiaba verlo sufrir de esa forma.

Ella era prácticamente la única persona con la que podía abrirse totalmente. No podía hacerlo con Zayn o Niall, eran demasiado hombres como para contenerse en hacerle algo a su esposo.

Louis había organizado una hermosa cena en el restaurante favorito de ambos, conocía muy bien al chef y al personal de ahí ya que iban seguido a aquel lugar.

Al inicio les costaba ya que el lugar era demasiado lujoso, pero mientras más iban creciendo (monetariamente) fueron costeando ricas cenas en ese lugar.

El rizado le prometió que llegaría a la cena, lo prometió. Aunque en un principio Harry se negó a la invitación, no le vendría mal una cena en aquel restaurante, ya tenía mucho que no iba.

Louis se repetía así mismo que Harry nunca rompía sus promesas, llegaría, está seguro.

Media hora había pasado de la hora acordada y Louis seguía pidiendo copas de vino.

Su teléfono comenzó a vibrar, por un momento sus ojos se inundaron de esperanza pero rápidamente aquella chispa se fue cuando vio que era Niall el de la llamada.

—¿Niall?

—Lou, perdón, ¿te interrumpo?

Miró a su alrededor, la solitaria mesa en la que estaba en la que sólo había una canasta de pan y su copa de vino lo hizo deprimirse más.

Pensó por un momento su respuesta.

—Para nada, tengo toda la noche libre, ¿qué sucede?

—Carter terminó a Zayn por llamada.

Louis resopló —¿Estoy en altavoz?

Niall, del otro lado de la llamada, estaba de pie en una esquina de su sala viendo a Zayn en pijama comer una mezcla de galletas oreo, dulce de leche y helado, mientras que Mean Girls estaba en la televisión.

—No...

—Bien, Niall, sabíamos que esa relación no iba a durar, Zayn intentaba dar el siguiente paso pero Carter le dijo que se guardaba para el matrimonio, dios, ¿quién hace eso? A parte siempre rechazaba sus llamadas y últimamente también rechazaba sus salidas.

Si pudiera regresar el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora