Reencuentro

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Su corazón se detuvo en cuanto la vio.

Ahí esperándolo, sentada en una de las mesas del fondo, estaba la mujer que más había amado en la vida. Kagome Higurashi.

Aunque claro, ahora era Kagome Hibiki, la viuda de Koga Hibiki. Se había casado con el que era su rival en los negocios.

Y en ella, porque Koga también la había querido para él desde siempre; claro que sus razones eran muy distintas. Para Koga era una competencia, demostrar que podía mucho más que él; Y el maldito lo había logrado. Sus propios padres habían ayudado a que eso ocurriera.

Ambos eran jóvenes cuando se habían enamorado: ella tenía 17 y era compañera de preparatoria de su medio hermano. El por su parte, tenía 20 y estaba en la universidad. Y vivían sometidos a sus familias, que, dicho sea de paso, se odiaban de sobremanera. Y si sus padres eran de armas tomar, los de Kagome eran peor: sin escrúpulos, dispuestos a todo con tal de lograr sus objetivos. Su hija era una muñeca, un títere que manejaban a su antojo.

La primera vez que ambos se enfrentaron a sus familias, fue cuando descubrieron su relación. Tenían todo planeado para huir juntos, pero Kagome nunca llegó al lugar donde iban a reunirse.

Se la habían llevado. Fue entonces cuando se desligó de los Taisho y creo su propio imperio. La buscó durante diez años hasta el quinto infierno, pero era como si se la hubiera tragado la tierra.

Y hacía apenas unos meses que había dado con ella, cuando se enteró que la, en otros tiempos heredera Higurashi, se había casado con el heredero Hibiki; obligada, por supuesto, porque Kagome sabía tan bien como él que Koga era un hijo de puta. Y también se enteró que sus padres, en venganza por haberlos destruido él mismo, fueron quienes la localizaron y le avisaron a ese imbécil para que pactara con los Higurashi y ella le fuera entregada, a cambio de salvarlos de la ruina. Sí, literalmente vendieron a su hija.

Ahora, ambos eran libres, pues usando su poder e influencias, la protegió del par de cabrones que le arruinaron la vida. Y aunque sabía que ella estaba muy dañada por la pesadilla que había vivido todos esos años, también estaba seguro que ese amor que le tenía no había muerto en ella, y que él se encargaría de sanar todas sus heridas y que recuperara esa alegría y esas ganas de vivir que lo habían enamorado tanto.

Pero lo que ella jamás sabría sería que se había manchado las manos para recuperarla; pues él había sido el responsable de que Koga cayera al punto de no retorno, cuando comenzó a absorber su compañía poco a poco. Disfrutó ver la humillación y desesperación que se reflejaba en su rostro a medida que iba perdiéndolo todo, pues no era nada comparado con lo que éste le había causado a su amada. Al final, completó su venganza cuando en los tabloides salió que el malnacido se había puesto una pistola en la cabeza.

Drabble forma parte del "retosesshomenov

Inuyasha le pertenece a Rumiko Takahashi

Notas de la autora: Lo que hacen los desvelos jajaja.

Cuando acabé este drabble, se me vino a la mente la canción "La pasión" De Denisse de Kalafe. No sé por qué, supongo que calza a la perfección con el encuentro.

Originalmente pensé que Sesshomaru también mataba a los padres de Kag, pero se me hizo ya muy extremo. Y sí, pienso que Sessh en la época moderna se manejaría con diplomacia; muy al estilo de Kaname Kuran moviéndolos a todos como piezas de ajedrez.

Y sí, era tanto el odio de los Higurashi por los Taisho que Kagome estuvo cautiva. Y tampoco quise ser muy explícita del horror que pasó con su marido, pero ya se lo han de imaginar.

¿Les suena el apellido de Koga? Sí, no pude pensar otro mejor para él.

Y bueno, se supone que me tengo que poner al corriente jaja, pero ya tengo sueño.

¡Dios los bendiga! ¡Saiop!

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2021 ⏰

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