ᴍʀs ʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇs| Pocos la llamaban por su nombre; Mrs Hargreeves es la esposa de Cinco Hargreeves, la cual, incondicionalmente lo sigue hasta el fin del mundo. Aunque aún no sabe todos los problemas que van a enfrentar.
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—¡CINCO HARGREEVES!
—mierda.
Ｃuando cinco conoció a Cassie, apenas llevaba casi dos días en la comisión y aún estaba desorientado, confundido con todo lo que estaba sucediendo. Además de que se estaba tratando de recuperar de la perdida de su compañera Dolores. Podía tener 32 años pero aún así en algunas cosas podía ser un completo caprichoso, quería a ese maniquí con todo su ser, ¡la quería con él allí!. Por supuesto que aquello era imposible... a las 24 horas se resignó. Se había encerrado en la habitación que le asignaron, no era la mejor –claramente– pero si mejor que estar en medio del apocalipsis. Lo primero que hizo fue entrar al baño, no recordaba cuanto tiempo exactamente pasó desde la última vez que se dió un baño decente, sentía el paraíso por cada gota tibia de agua que caía por su cuerpo, limpiandolo de cualquier suciedad que llevara consigo. Luego del aseo completo, al verse al espejo no se reconoció en lo absoluto, y no era para menos, la última vez que se había visto decentemente calculaba que era antes de 18 cuando su barba no era tan... prominente. Recordaba haber salido al pasillo con mucha hambre, pensar que después de mucho tiempo podría comer decentemente... claramente se le abría el apetito. Recordando detalladamente todas las indicaciones que le había dado la encargada llegó a la cafetería, en donde había varios trabajadores hablando en grupos diferentes, algunos estaban sirviendo comida; el fue directamente allí, no hay que aclarar mucho lo que comió pero si que el plato estaba lleno. Se sentó lo más alejado de las personas, no quería interactuar con nadie de allí, así que esa era la mejor manera de dejar en claro sus intenciones. Su plan en algún momento falló o eso pensó en ese momento (hoy en día piensa otra cosa), un hombre pequeño se acercaba junto a una mujer sonriente de tez morena, para cuando quiso escapar de la situación estos dos ya estaban demasiado cerca.
—¡Cinco Hargreeves!—Quiso rodar los ojos ante la mención tan feliz de su nombre por parte del hombre pequeño—. Que bueno que hayas aceptado el trabajo.
—Era esto o el apocalipsis—Se limitó a responder antes de llevar su lata de pepsi a sus labios.
—Tiene sentido—Hablo la de tez morena por primera vez. Cinco se preguntó si en algún momento dejaba de sonreir, lo perturbaba en algún punto—. Te adaptarás.
—Por suerte tendras a la mejor compañera para que te ayude con el trabajo—Agregó el pequeño que aún no se presentaba como tal.
Espera, ¿que había dicho?-
Al instante cuestionó—¿Compañera?.
La encargada no le había hablado sobre eso, y estaba completamente seguro que no quería, ni necesitaba una compañera. Genial, sabía que debía de leer un poco más el contrato, o al menos detallarlo letra por letra.
