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yoongi estaba agachado mientras pretendía sacar cosas de casillero. aún no habían muchas personas en la escuela y eso lo agradecía mentalmente; tenía en su mano izquierda un pequeño espejo y en la otra una pequeña brocha de maquillaje, usaba polvo compacto para cubrir el moretón en su mejilla.

hoy ya había dejado el almuerzo ya preparado para que no se vuelva a repetir lo de ayer. estaba cansado, veía dos pequeñas bolsas debajo de sus ojos gatunos, no había conseguido dormir con los gemidos de su padre y una chica que no conocía, tampoco tenía fuerza para pararse y salir de esa casa. sus ojos pesaban y se hubiera permitido llorar de no ser que escucho una voz que para él era el mismísimo sonido de superioridad.

—¿puedes moverte? necesito mis libros para estudiar para la prueba de biología.- aconsejó namjoon mientras hacía a yoongi a un lado, quien tenía los ojos cerrados y pensaba “no puede ser”.

—debe ayudarme a aprobar, hyung, se lo pido.- se arrodilló frente al más alto, ya llegaban los estudiantes y veían entre risas la escena, namjoon quería que la tierra lo tragase.

—no haría algo tan inmoral, pudiste pedirme ayuda para estudiar. no puedo hacer eso, yoongi.- se disculpo y yoongi sonrió, cuando por dentro sentía más que miedo, miedo de lo que su padre le haría al ver sus notas.

—no importa, hyung, ¡usted es increíble de todos modos! d-debo ir al baño hablamos luego.- corrió en dirección al baño, pasaría allí la prueba.

si su padre le preguntaba, diría que se sintió enfermo y no la tomó. no era muy probable que le creyera, pero nada perdía.

se encerró en un cubículo para sacar su cuaderno de dibujos. hacía líneas en diferentes direcciones, ahora usaba una libreta que había comprado camino a la escuela con todos sus ahorros.

su padre había destrozado su antiguo cuaderno de dibujos.

yoongi sabía que su padre tenía razón al decir que sus dibujos eran horribles, y quería verlo como una crítica constructiva. la parte feliz de yoongi no quería creer que era odiado por su padre.

namjoon ya estaba en el salón, miraba a la puerta y se asustó al ver entrar a la profesora, yoongi aún no regresaba. debía tomar una decisión rápido, miró otra vez la puerta y levantó la mano para pedir la palabra.

—profesora, disculpe mi irresponsabilidad, ¿podría ir al servicio higiénico?- pidió amablemente y los ojos de la docente se achicaron en una dulce sonrisa mientras asentía.

nadie le decía que no a kim nam joon.

fue hacia el baño, arrepintiendose de su decisión, necesitaba ayudar a yoongi para saber que pasaba detrás de su sonrisa. quería investigarlo, no estaba seguro de con cuán buena intención lo hacía, solo quería ver otra realidad en él.

—yoongi, sal de ahí.- tocó la puerta del único baño cerrado.-te ayudaré con tu examen.

—¡en serio!- la puerta se abrió, viendo algunos pequeños colores en el piso del baño y un cuaderno tirado, mostrando un dibujo a lápiz.

—no te acostumbres, solo será por esta vez.- ambos salían del baño, namjoon con su caminata característica, buena postura y pasos largos. yoongi venía un poco detrás, dando saltitos y casi corriendo para alcanzar a namjoon.

—¡desearía ser como usted, hyung!- se paro de puntitas para medir casi como él, con la cara más sería que ponía, para luego volver a su posición actual.

—no empieces con tus tonterías.- entraba al salón, ambos se sentaron atrás y en cada carpeta había un examen  volteado. la profesora había salido por más copias y todo el salón aprovechaba para sacar sus teléfonos y buscar las respuestas, un descuido que costaba una calificación excelente, ¿verdad?

—okay, yoongi. si tocó mi oreja es la alternativa a, si hago sonidos con mis lapicero es la b, si acomodo mi saco es la c y si rasco mi nariz la d.- anotó la información en su mente para sonreírle.

—usted es muy bueno en todo hyung.- y empezaba de nuevo con los halagos innecesarios.

la profesora volvió y se quedó viendo a todos, hasta que empezó a reír. pasó por cada asiento para uirarles los exámenes y reemplazarlos por otros. todos estaba atónitos, namjoon seguía en la misma posición relajada, yoongi habría estado igual que sus compañeras de esa clase, de no ser que tenía un amigo que media el doble que él y lo ayudaría con eso.

el examen empezó y namjoon hizo las señas que le había indicado a yoongi. de pura obra de la santísima trinidad no había olvidado las alternativas, estaba algo feliz por eso. claro, una parte de él estaba frustrado por necesitar ayuda.

ahora iban camino a casa, yoongi caminaba lo más lento posible, no quería llegar a casa.

—¿quieres venir a pasar la tarde en mi casa?

—¡vamos, hyung!

ꗃ dalla dalla 𓂃 𓏸𓈒 🐇 ᵏᶰʲ ⁺ ᵐʸᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora