En primavera o verano, te quiero a mi lado

Prologo

  

El estaba sentado  junto a la barra de bebidas de aquella fiesta, veía chicas pero en ese momento no se le apetecía tirarse a ninguna,  las veía muy atractivas, de hecho demasiado, pero ninguna lo convencía, sentía desde hace varios días como si el destino no quisiera que se uniera a otra, que existía alguien que lo aguardaba, era extraño, pero eso sentía.
Estuvo sentado ahí mas tiempo, sus amigos iban por el para intentar hacerlo bailar, o presentarle a alguna chica atractiva para el, y ni así lograban que el se divirtiera aquella noche, estaba a punto de marcharse, cuando sintió el mundo detenerse, el tiempo dejo de avanzar, todo se detuvo, solo en ese momento existía el y ella, si ella, aquella chica que entro de pronto sonriendo a la fiesta. No sabia ni su nombre, no sabia nada de ella, excepto que estaba enamorado, amor a primera vista, ella era lo que el destino le intentaba decir.

Una chica demasiado linda, delgada, y bajita, su cabellos le llegaba hasta los hombros, tenía las puntas teñidas de rosa, le causo raro, el siempre odio ese color, pero en ese momento se volvió en su color favorito.

Ella estaba ahí sin buscar algún romance, odiaba eso, decía que el amor no era para ella, ninguna relación estable iban con ella.

Enamorada de los chicos que la follaran bien, pero solo eso, después de satisfacerla no había ninguna cita o beso después, no quería nada de eso, amaba su soledad, y ser libre, sin celos a su alrededor, sin reclamos, solo ella.

Pero en ese momento que vio a ese chico, supo que se había jodido, pues se estaba a punto de ser  enamorada, y después de perderse en su mirada y sus labios, ya no hubo  vuelta a tras, quería quedarse de por vida a su lado y dispuesta a cambiar el rumbo de su vida, pues quiso entregarse a el en cuerpo y alma.

El ya la incluía en su vida, pero las inseguridades, las personas a su alrededor, las mentiras, el pasado y el  tiempo que se les restaba, les quería impedir estar juntos.

-Yo te quiero, ¿y tu a mi?-pregunto en un hilo de voz, y sin dejar que quitar la mirada de sus hermosos ojos y apretando aún mas su mano, que pensó que jamás solitaria.

-Te amo, mas que a nadie, pero….. no puedo estar contigo- respondió igual de triste o peor que la persona que estaba a punto de decirle adiós.

Y sin permitirle responder, soltó su mano y corrió en la dirección opuesta, como si huyera, y en unos segundos desapareció de su vista, dejando un corazón roto.

Acompañe en una nueva historia, prometo no hacer que te arrepientas de leerme.❤️