Capitulo 5

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Hace 7 años, dejó de temerle a la oscuridad.

Hace 7 años, tuvo su primera fiesta de pijamas.


Bow

Una pequeña niña, vestida en un pijama rosado de seda con conejitos y zapatillas que combinaban, subía rápidamente la escalera de la casa del árbol, mientras que su padre llevaba los sacos de dormir y su peluche de hipopótamo.

"Cuidado hija" advirtió, mirando a la menor subir. Bajó su velocidad un poco, antes de recuperar la compostura y cuando llegó a la casa del árbol, acomodó el moño que llevaba en su cabeza, el cual había comenzado a caer lentamente. Cuando estaba completamente presentable, se agachó para tomar sus pertenecías y darle las gracias a su padre, despidiéndose desde la ventana mientras el regresaba a su casa.

Era su primera fiesta de pijamas. Los padres de Luz salieron fuera de la ciudad durante el fin de semana y le pidieron a los Blight que cuidaran de su hija, quienes aceptaron felizmente. La Blight más joven sugirió hacer una fiesta de pijamas, a la cual también aceptaron con felicidad.

Su amiga llegó en menos de un minuto después, subiendo hábilmente la escalera, sosteniendo su beanie con una mano. Su padre subió su saco de dormir, por lo que no tuvo que hacer ningún esfuerzo extra. Aunque ella era la deportista de los Noceda. Luego de asegurarse de que su hija estaba bien, su padre les dio las gracias a sus vecinos y se reunió con su esposa en la entrada. Ambas chicas se asustaron un poco cuando escucharon el auto salir a toda velocidad.

"Ustedes dos ¿están bien?" le preguntó Odalia a su hija y su amiga del beanie.

"¡Sí señora!" respondieron al unísono.

"Okay, ¡no se queden despiertas hasta muy tarde! El señor Blight y yo estaremos dentro de la casa si necesitan algo" dijo Odalia "Hija, ¿estás segura de que no necesitas que te traiga tú...?"

"¡Mami! Me estás avergonzando" murmuró su hija.

"Muy bien. ¡Buenas noches chicas!¡Que duerman bien!" se despidió moviendo su mano antes de tirarle un beso a cada una de las chicas.

Cuando su madre había desaparecido, la niña más joven se volteó hacia su amiga.

"¿Qué quieres hacer primero?" preguntó con los ojos brillantes de emoción.

"No lo sé" su amiga se encogió de hombros. "¿Qué hace la gente en las pijamadas?"

"Hmm..." la chica más joven se tocó la barbilla. "En la televisión, ellas siempre hablan de niños."

"¿Qué pasa con los niños?" dijo la chica de ojos cafés levantando una ceja.

"No lo sé" esta vez fue turno de la chica menor para encogerse de hombros.

"Creo que los niños son tontos" declaró la niña mayor después de unos minutos de reflexión.

"Creo que los chicos huelen mal" rió Amity, pellizcando su nariz.

"¡Tienen piojos!" dijo la skater, riendo junto a su amiga, fingiendo nauseas.

La noche continuó con las dos chicas hablando sobre la escuela, sus dibujos animados favoritos y mucho más. Finalmente, la niña mayor se frotó los ojos y bostezó.

"Tengo sueño" dijo "¿Quieres ir a la cama?"

"Ni si quiera estoy cansada" mintió la niña más joven, ahogando un bostezo.

"Haz lo que quieras. Yo voy a dormir" Luz se encogió de hombros, descomprimiendo su saco de dormir verde, antes de meterse adentro y acurrucarse en su almohada.

"Está bien" dijo Amity haciendo un puchero, sacándose su moño para hacerlo a un lado antes de murmurar "Eres una bebé" a su amiga.

"No lo soy" replicó su amiga.

"Lo eres" susurró Amity, acomodando su saco de dormir.

"No lo soy" murmuro la niña de ojos cafés, cerrando los ojos.

"¿Qué fue eso?" preguntó Amity en estado de alerta. "Lu, despierta" le dio un codazo a la otra chica.

"Amity..." murmuró la niña mayor "Vuelve a dormir."

El sol se había escondido y la noche era oscura. La luna había comenzado a hacer sombras en las paredes de su refugio.

"Lu, tengo miedo" admitió Amity, aferrándose fuertemente a su peluche de hipopótamo. Luz trato de ignorarla, pero cuando escuchó sollozos a su lado, se sentó inmediatamente.

"Está bien Ami" trató de consolarla. "No hay nada que temer" le prometió, agarrando su mano con fuerza.

"Pero escuché..." Amity entró en pánico.

"Es solo el viento" le dijo Luz.

"Pero también vi..." trató de explicar la niña menor.

"Vamos" le dijo a su amiga, tirando de ella para llevarla a la ventana. "¿Ves? Es solo la luna haciendo sombras feas. No es realmente aterrador" señaló a la luna y a las ramas de los árboles, y luego las figuras que estaban en la pared.

"Lu, ¿puedes guardar un secreto?" preguntó la niña de ojos dorados desconcertada.

"Te lo prometo por la garrita" respondió la niña mayor con confianza, entrelazando su meñique con el de su amiga.

"Duermo con una luz de noche. No me gusta esto. Es todo muy oscuro. Y me da miedo" se sonrojó.

Luz pensó por un minuto.

"¿Sabes que le dijo mi papá a tu papá cuando estaban construyendo esto?" le preguntó a la niña menor.

"¿Qué le dijo?" cuestionó con sus ojos llenos de curiosidad, brillando en la penumbra.

"Él dijo que esta sería la casa del árbol más segura del mundo."

"¿Realmente dijo eso?" preguntó la chica de rosa, con la mirada llena de esperanza.

"Sí" asintió Luz "Y mi papá no miente" aseguró. "¡Además, tenemos un billón de luces de noche aquí!" le sonrió, señalando el cielo. "¡Solo mira! Cada estrella es una luz de noche en la habitación de un Alien muy muy lejos" le explicó.

"Wowwww" dijo la chica más joven impresionada.

"Volvamos a la cama" propuso Luz, caminando de regreso al lugar donde se encontraba su saco de dormir y su almohada.

"Oye, ¿Lu?" preguntó la chica más joven, mientras acomodaba su almohada.

"¿Hmm?" respondió la niña mayor, sin molestarse en darse vuelta.

"Creo que es gracioso que duermas con tu beanie" se rió.

"Buenas noches Ami" dijo Luz, acurrucándose en su saco de dormir.

"Buenas noches Lu" susurró la princesa, besando la mejilla de su amiga, antes de acomodarse en su propio saco de dormir.

Las dos niñas se quedaron dormidas en la casa del árbol más segura del mundo, con sonrisas plasmadas en sus rostros.

Bows and Beanies ║ Adaptación LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora