Boruto Uzumaki se encontraba entrenando en el bosque de la muerte cuando de entre las sombras surgió una figura con el mismo color de cabello que él.
Aclaración: No es Yaoi
Esta es mi primera historia, así que intentaré hacerlo lo mejor posible
Tras llegar al apartamento, Midori dejó a Kawaki en el sofá se marchó a las afueras de la aldea
–Me gusta mucho Kawaki-kun, pero solo me ve como una carga además sé que el no siente lo mismo por mí– pensó la chica deprimida y sin rumbo
–Oye chica, ¿Qué haces aquí?– preguntó un chico rubio
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–Nada, solo estaba paseando– dijo sin prestarle la más mínima atención
–Sabes que vas hacia un hoyo, ¿Verdad?– preguntó antes de ver como la chica cayó al agujero mencionado sacándole una risita al joven
–Eso se avisa antes– dijo la chica sacudiéndose la suciedad
–Creía que sabías a dónde ibas– dijo intentando excusarse
–Vale por cierto, ¿Cómo te llamas?– preguntó la pelirroja
–Hiroki Sasame, ¿Y tú?– preguntó el chico
–Midori Uzumaki– dijo tranquila
–¿U-Uzumaki?– preguntó curioso
–Sí– respondió secamente
–No estás en Konoha– reprendió él
–¿Crees que los conozco?–preguntó apuntándose a si misma
–Bueno dejemos ese tema, ¿Te apetece pasear?– preguntó el rubio extendiendo su mano que la chica acepto gustosa
Así tras varias horas, al atardecer se despidieron y prometieron volver a verse mañana
Mientras ellos estaban paseando, un rubio pelinegro estaba despertando de su golpiza
–Ay, esta vez te pasaste Midori– dijo al aire esperando respuesta
–¿Midori?– preguntó esperando repuesta, sin éxito
–¡Midori!– gritó alterado mientras salía de la cama y tas revisar todo el apartamento concluyó que ella no estaba en el piso
–Midori, ¿Dónde estás?- preguntó el chico mentalmente
Y así tras pararse a pensar decidió salir del piso hacia el único lugar al que iban, el lago Taki
–Midori, espero que estés aquí– pensó mientras seguía saltando de rama en rama
Al llegar, sus ojos se llenaron de lágrimas, ahí en su lugar especial estaban Midori y un chico rubio hablando abiertamente y sin preocupaciones. Cuándo ya de encontraba devastado y apunto de partir escuchó algo que le quebró hasta el alma
