Encuentro

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-Señor Alex Moritegui queda condenado a 6 meses de correccional de menores por el intento de homicidio hacia el señor Lucas Vezil.- Ustedes pensaran que esas fueron las peores palabras que recibió Alex, pero no, porque la peor noticia la había recibido hace una semana, mientras estaba intentando llamar a su madre desde el ayuntamiento , pero gran sorpresa fue cuando lo atendió su tío Neil, y le dijo lo que nunca creyó posible.

-Hola ma, tengo que decirte algo-Las manos le temblaban, el oficial de policía lo miraba fijamente y eso lo ponía más nervioso todavía, nunca había estado en un lugar así, y su cabeza seguía shockeada, no podía creer que casi mata a su antes mejor amigo, la persona que lo acompañó casi toda su vida.

-Hola Alexander ¿Estás bien? ¿Dónde estas?- Alex se sorprendió al escuchar a su tío desde el teléfono de su madre y más se asustó cuando escucho su voz.

-Hola tío, estoy bien ¿Pasó algo?- El policía lo miró lleno de furia y le hizo señas de que solo le quedaban dos minutos- Escucha, necesito que me busques, estoy en el ayuntamiento, luego te explico, no le digas a mamá por favor.

-¿Ayuntamiento? Alex ya voy- Su tío corto la llamada, y quiso respirar tranquilo, pero un presentimiento en su pecho le dijo que algo andaba mal. Y la confirmación llego 10 minutos después, cuando vio al hombre mayor entrar por la puerta con la cara llena de lagrimas.

-Vengo por Alex Moritegui- le dijo al oficial frente al escritorio

-De acuerdo, señor, su sobrino quedará bajo detención domiciliaria hasta que se haga un juicio- El policía lo miró y trató de sonar gentil, el hombre frente a él parecía hecho pedazos.

-¿Detención domiciliaria? ¿Se puede saber qué pasó?- El rostro de Neil reflejo confusión en estado puro.

-Debería hablarlo con el abogado, en caso de que no tenga, el Estado le otorgara uno.

-Sí tengo abogados, muchas gracias- Miro perplejo al rubio frente a él, en su cabeza pasaban tantas cosas que solo quería tirarse en el piso y dormir por días. Observó como su sobrino se acercaba junto a un oficial que parecía bastante más joven que el del escritorio.

-De acuerdo señor, soy Peter Arnald y le voy a explicar cómo proceder, primero debe llenar la planilla con el domicilio del menor, luego le colocaremos la tobillera y por ultimo será llevado en un móvil policial hasta su casa, donde se activará la tobillera, la cual sonará siempre que salga a más de 50 metros fuera del lugar donde vive ¿Es usted el padre?- Neil estaba confundido, triste y decepcionado, cuando creía que las cosas no podían ir peor, Alex llegaba y armaba más caos.

-No, soy su tío- Alex agacho la cabeza, sabía que la había cagado fuerte esta vez.

-Necesito que firmen sus padres

-Están muertos, fueron asesinados hoy a las 3:30 de la madrugada, en el domicilio Jay Street entre Harrison y Duane, Tribeca, New York- Alex no recuerda nada después de eso, su cabeza se nublo, y su corazón le dolió tanto como una patada.

-De acuerdo, Alex, este es Junior Revenant, será tu compañero de habitación por los próximos cuatro meses- El señor junto a él miraba al otro chico con cariño, casi como si fuera su padre, y eso lo puso incómodo, no quería estar con el mimado del internado.

-Hola, un gusto- Junior le tendió la mano, quería llevarse bien con su nuevo compañero.

-Alex Moritegui- Le tomó la mano con fuerza, él no venía a hacer amigos, aunque los ojos negros del moreno frente a él le brindaron un calor en el corazón que hace mucho no sentía.

Two ghost Donde viven las historias. Descúbrelo ahora