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"Lámeme y tómame como a una vitamina
Porque mi cuerpo es dulce como un dulce veneno, si,
Mi bebe me ama porque estoy sonando en la radio
¿Cómo te gusto ahora?"- Radio, Lana del rey.
Eiza estaba en su propia habitación que le había dado Massimo en el barco como cada vez que se quedaba en aquel lugar, se pone un pequeño bikini amarillo se observa fijamente en el espejo, toma su protector solar aplicándolo sobre su piel antes de salir a cubierta. El lugar se encuentra desierto, cosa que agradece, aun estando completamente sola y se recuesta a tomar el sol mientras escucha un poco de música con sus audífonos.
Laura sale en un bikini negro junto con una gorra sentándose la tumbona a su lado, Eiza levanta la cara mirándola.
- Hola- sonrie la rubia – disfrutando del sol
- No existe otro panorama aquí- responde la castaña- ¿puedo hacerte una pregunta?
- Claro
- ¿Cómo conociste a Massimo? – susurra la castaña – digo te lleva buscando un montón de tiempo.
- No quiero contarte- susurra
- Ok- responde ella viéndola mientras se coloca de pie – iré a nadar y ponte un poco de protector solar o quedaras bastante roja
Eiza se lanza al agua, lanzándose a nadar. Massimo ve como ella nada mientras Laura queda boca abajo tomando sol un poco incomoda por la corta conversación, la castaña nada por al menos media hora bajo la atenta mirada de Massimo, este cuando termina de nadar sube con cuidado por la escalera viendo al hombre hasta quedar frente a este quien acaricia su mejilla, ella sonrie viéndolo.
- Me duele la cabeza- susurra la chica haciendo una mueca con sus labios- ¿tienes algún analgésico? ¿Coca? ¿Éxtasis? Puedo probar lo que me des guapo.
- En mi camarote probablemente – responde- sabes donde queda
La chica asiente caminando a su habitación con Massimo tras ella, ella se sienta en la cama esperando que vaya por la pastilla mientras se acuesta boca arriba suspirando.
- ¿jaqueca?
- Es probable – susurra ella con los ojos cerrados- con lo del desfile no pude dormir mucho, además esa maldita sesión de People ... era horrible
- Te veías preciosa en la revista con tu prometido – responde – aunque viajaron por todo el mundo
- Si querían dar la impresión de su éxito y su imperio... aunque la fotógrafa no decía lo mismo de mi aspecto.
