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"Todo lo que hacemos es conducir Todo lo que hacemos es pensar en los sentimientos que escondemos Todo lo que hacemos es sentarnos en silencio esperando una señal Enfermo y lleno de orgullo Todo lo que hacemos es conducir"- Drive, Halsey
Laura tiembla bajando del auto mientras el hombre no deja de apuntarla con una sonrisa aterradora, siente un disparo acompañado de un grito de Doménico de dolor, sus piernas se sienten débiles mientras escucha los gritos de Olga que la hacen querer vomitar.
El hombre frente a ella sigue apuntándola con una pistola siente el frio del cañón en su pecho bajando hasta el sector de sus senos.
- Bonitas tetas señora Torricelli- sonrie el hombre calvo viéndola
- Por favor no me haga nada- solloza
- Veo que no le enseñaron a no rogar- niega riendo- será divertido jugar contigo muñeca
- Estoy embarazada – susurra
- No te preocupes bonita eso lo hace más divertido
Laura solloza mientras el hombre acaricia su vientre para luego subir a su pecho acariciando su pezón, cierra los ojos mientras ve como Eiza camina hacia el hombre, en ningún momento se dio cuenta de su presencia hasta que la observa caminar con sus grandes tacones como la maldita ama del lugar, vuelve su vista al hombre frente a ella cuando siente un par de disparos y ve como la castaña le dispara a sangre fría a los hombres que venían con el hombre tatuado directamente a la cabeza.
La frialdad de Eiza debería hacerla temblar, pero no lo hace, ve como el hombre frente a ella parece nervioso al escuchar los disparos, pero rápidamente la chica se coloca tras de él, debido a sus tacones no es mucha la diferencia de estatura.
- Matos- susurra Eiza poniendo la pistola en su cabeza- me encantaría ver tus sesos en el pavimento es un tipo de arte que estoy segura de que la humanidad agradecía
- No sabia que te ensuciabas las manos ahora ¿Tu prometido sabe lo zorra rastrera que eres?
El hombre ríe sin dejar de apuntarle a Laura.
- Es una cosita preciosa que busque que la dañen- dice el mafioso español lamiendo sus labios- me divertirte tanto con esta muñequita, estoy seguro de que dejaras que Don ocupe tu coño como estas acostumbrada, ni la extrañara
- Quizás podrías hacerlo- susurra Eiza
- ¿Enserio? Me dejaras llevarme a esta zorrita
- Claro que no maldito cerdo asqueroso- responde la castaña mientras lo golpea detrás de la cabeza noqueándolo, haciendo que caiga de rodillas al piso para luego caer sobre su rostro contra el duro pavimento.