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Me retorcía ante el toque de la señora frente a mi

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Me retorcía ante el toque de la señora frente a mi. Sentía como mi pecho ardía en llamas, causándome un llanto insaciable, sin embargo, las lágrimas no salían y mis gritos parecían ser silenciosos e inaudibles.

Mi negación ante su propuesta totalmente macabra e ilógica parecía haberle disgustado en sobremanera. Sus ojos oscuros presenciaban mi eterno sufrir, mientras que Minho simplemente observaba desde una esquina, con la mirada totalmente perdida.

— Me decepcionas, niña— por fin su dedo se separó de mi pecho, dejándome respirar tranquila—. Creí que ibas a ser más lista— rió negando con la cabeza. Chasqueó los dedos, logrando que el castaño que estaba postrado en esa equina por fin se moviera y saliera de la habitación—. Tendré que convencerte de alguna forma.

Sonrió de una forma que, nuevamente, logró estremecerme como si el más frío de los inviernos estuviera presente en la habitación.

No faltó mucho para que Minho regresara a la habitación, pero no estaba solo. Traía a Yongshi en brazos, y Felix venía tras de él como perro que había sido regañado hace poco, con las manos atadas por una cuerda que impedía la movilidad de estas.

— ¿Que harás?— como pude saque aire para hablar, aunque aún no me recuperaba de la tortura física/psicológica que había sufrido hace poco. La sonrisa de la "bruja" frente mío simplemente se hizo más grande, y su dientes amarillentos salieron a relucir.

¨seoul motel¨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora