Vivo entre la alegria de que me estás esperando en algún lugar y la tristeza de no poder abrazarte nunca más. Donde sea que estés espero que no me olvides nunca, me dejas un dolor inmenso e insoportable pero me quedo con todo lo que fuiste. Te amo mi luchadora, mi guerrera, y te voy a recordar toda mi vida. Mis mañanas ya no serán igual y mis días se volverán más tristes y grises sin tus cariños y tus palabras bonitas. Hasta siempre Enid, que el viento me traiga tu perfume y sea capaz de recordar el sonido de tu risa con el paso de los años. Me consuela saber que no sufres más y no te duele nada, no puedo creer que no te volveré a ver ya y no conocerás a mis hijos, al amor de mi vida y no compartirás mis mayores logros, pero me quedo con tu aroma, tu esencia, tu fuerza y tu fe, con tus risas y tus anécdotas. Me dejas tan vacía, tan sola, tan inconsolable y me quedo buscándote en cada rincón del mundo, viendo hacia la puerta a ver si te veo entrar una sola vez más para correr hacia tus brazos y que me hagas cariñitos. Te amo, te amo con todo lo que soy y con una fuerza infinita, GRACIAS por haber sido la mejor abuela del mundo y la más amorosa.
Por siempre, tu "reyna".
