Capítulo 5

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; 𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙲𝙸𝙽𝙲𝙾 ;

| 𝚄𝙽 𝚂𝚄𝙴𝙽̃𝙾 𝙷𝙴𝙲𝙷𝙾 𝚁𝙴𝙰𝙻𝙸𝙳𝙰𝙳 |


Sus labios besaban los míos con intensidad sintiendo como sus manos se envolvían alrededor de mi cuello y su pequeño cuerpo se movía en mi regazo haciendo que mi erección creciera más, hasta el punto de doler.

—Jean..— Sus labios estaban ligeramente hinchados y de un rojo carmesí, tan dulces y dispuestos a mí— Mmmm.. Jean— Sus ojos me miraban sin alejarlos ni un segundo con sus movimientos lentos.

—Te escucho, preciosa— Mis labios fueron hasta su cuello sintiendo su piel bajo de éstos, sintiendo como soltaba pequeño gemidos en mi oreja mordíendo ligeramente mi lóbulo. Sus manos viajaban por debajo de mi playera sintiendo su calidez en todo mi cuerpo, subiendo y bajando.

—Hazlo Jean.. Dejame ser tuya— Susurro en mi oreja sintiendo sus manos en las orillas de mis pantalones. Sus caderas empujaban hacia mi erección, sintiéndome tan jodidamente excitado. Tenía que hacerlo, sentirla, sentir su interior, escucharla gemir.—Jean.. Jean..

Mis ojos se abrieron de golpe sintiendo el sudor cayendo por mi frente y mi respiración agitada. Hace unos días desde esa noche del torneo no había podido dejar de pensar en ella, las noches me atormentaban de esa manera y por las mañanas la tortura era el arrepentimiento, me sentía tan putamente agobiado por no haberla besado, ella quería hacerlo y yo.. ¡Maldición!

Había pasado dos días de haberla visto aquella vez, decidiendo que lo mejor sería alejarme de ella, lo que estaba haciendo no era correcto, no podía dejar que ella se involucrará con alguien como yo.
Conocía mis límites pero ella los sobrepasaba todos, haciendo despertar mucho más mi interés y el deseo de estar con ella. _____ Rowling era mi fruta prohibida, una fruta que me gustaría probar.

Salí del elevador directo a mi Oficina recibiendo saludos de varios trabajadores en mi planta. Hanna camino hasta mi con un saludo, entregando un portafolio con documentos dentro— Señor, él señor Rowling se reportó enfermo, pero los papeles están adentro, la señorita Rowling vino persona a dárselos.

Mis pasos se detuvieron en seco parpadeando varias veces— ¿En donde esta ella?

— Adentro, le notifique por masaje y usted autorizó su entrada.

Agradecí y fui hasta mi Oficina viéndola a ella dentro mirándome con una media sonrisa— Buenos días, señor León... Yo.. Traje los documentos que pidió. Mi padre no pudo presentarse así que en su lugar me mando a mí—Soltó una risita mirando el suelo— Espero que no le moleste— Mordió su labio. Aquellos labios con los que he estado soñado últimamente y muero por ser yo quien lo haga.

— Lo esta haciendo de nuevo..

— ¿Cómo dice?

Me acerque a ella quedando frente a frente mirando su labio rojo, esta vez no traía brillo labial pero aún así se veían tan apetitosos.— Morderse el labio... Deje de hacerlo.

— ¿Le incómoda que lo haga?

— Para nada, Solo Que yo tambien quiero morderlo— Tome su rostro entre mis manos mirando aquellos labios ligeramente abiertos. No podía, no estaba bien.. Pero quería hacerlo, lo necesitaba.

— ¿Por que no lo haces?—Jadeo enrollando sus brazos a mi alrededor atrayendome más a ella. Sin pensarlo más la bese, juntando nuestros labios en uno solo, sintiendo sus húmedos labios que sabían tan malditamente bien. Mordí su labio con fuerza haciendola gemir dentro de mi boca, había estado esperando poder sentirla de esta manera y ahora parece como sí todo fuera un maldito sueño. Mi lengua se abrió paso a la suya explorando su cabidad bucal. Mis manos fueron hasta su cintura atrayendola más a mi, sintiendo su lengua jugar con la mía haciendo sonidos que cada vez me ponían duro.

—Jean..— Gimio intentando alejarse pero mi mano se lo impidió, no quería que se alejara, quería disfrutarla más, seguir besando su lengua con ese delicioso sabor a cereza que me estaba volviendo loco, tan suave y húmeda.

Me aleje de ella viendo su rostro completamente rojo y los ojos abiertos de sorpresa.— Alejate de mí.. Será lo mejor—Tome su rostro acariciando su suave mejilla— O será muy tarde.. Yo no, no puedo tener control cuando estoy contigo _____.. No voy a poder parar una vez que inicie.

— No lo hagas..— Sus labios me recibieron de nuevo introduciendo esta vez su lengua en mi boca. Sus manos jugaban con los cabellos de mi nuca haciéndome estremecer ante aquellos movimientos. Tome sus piernas enrollandolas alrededor de mi cintura haciéndo que soltara un gemido al sentir mi miembro tan duro.

La senté encima de mi escritorio acariciando sus piernas por encima de esos estorbosos Jeans que le quedaban de maravilla. Mis labios bajaron hasta su cuello mordiendo levemente esa zona provocando gemidos de su parte, me encantaba escucharla de esa manera.

—Jean.. Aquí.. Aquí no— Jadeo intentado alejarse más de mí. La mire de nuevo viendo su expresión tan obsena que me excitaba aún más.

— ¿Quieres hacerlo en otro lugar, preciosa?

Sus mejillas se sonrojaron aún más y con timidez asintió con su cabeza. Mi miembro comenzo a doler sintiendolo cada vez más duro. La ayude a bajar del escritorio dirigiendonos a la salida mientras arreglaba mi cabello.

Ya no podía dar marcha atrás.

Capítulo subido de tono    •√
Capítulo vulgar (sensible)  ¡!

Nos vemos en otro capítulo, atentos a los signos.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 ➳ Jeancarlo León (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora