Capítulo 05

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— ¡¿Sangre!? —exclamó abriendo sus ambarinos de par en par. 

Kagome estaba sangrando, sin duda aquella sacerdotisa de ojos chocolates estaba derramando lágrimas sangrientas... ¿propias del dolor que sentía? ¿O sería que la mismísima vida estaba jugando Inuyasha? 

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¿Nueva oportunidad?

—C-C-Calor…

Una suave y a su vez angustiosa voz llenó de vida el corazón palpitante de Inuyasha.

El peliplata con angustia y a su vez esperanza, clavó su mirada sobre la chica con desespero y tocó sus mejillas con suavidad.

Pero sinceramente, no sabía qué demonios hacer.

El sangrado continuaba deslizandose por sus mejillas rosadas, mientras sus labios afiebrados balbuceaban débilmente.

—M-me quemo... —soltó en un hilo de voz, casi como si su esencia lentamente se estuviese extinguiendo, estando ya al borde de la muerte.

Su cuerpo temblaba y ardía como mil demonios.

Los ojos ambarinos aún humedecidos titubearon con miedo. Entonces sus piernas parecieron moverse con intranquilidad, mientras intensificaba el agarre entre Kagome y él. —Tranquila Kagome, yo te ayudaré.

Dijo a su lado una vez que se levantaba con ella.

Y la chica de pronto abrió sus ojos de manera gigantesca, evidenciando en ellos tonalidades blancas envueltas en zafiro.

Los labios de Inuyasha se entreabieron y sus piernas parecieron temblar.

Ese era un color completamente demoníaco, además de que su esclerótica visual estaba completamente roja y manchada de sangre ante las lágrimas que continuaban brotando en silencio.

Los balbuceos de Kagome persistían mientras su voz parecía perderse con el viento, evidencia de la notoria debilidad que tenía en esos momentos.

Algo que sin lugar a dudas desesperó al hanyou. — ¡¡No, espera, resiste!! —exclamó meciendola y moviéndola entre sus brazos.

Inuyasha no comprendía qué sucedía ni tampoco comprendía el qué hacer.

Por lo tanto, no habría otra solución más que intentar llevarla hasta la cabaña.

Pero a su vez, se negaba rotundamente, pues sentía que si hacía algún movimiento brusco, sí que perdería a la chica, y esta vez para siempre.

Era por ello que su mente estaba en un constante tira y afloja del qué hacer mientras que a su vez, sus pensamientos gritaban desesperados.

¿Qué demonios había hecho Naraku esta vez?

Era lo que en su mente navegaba con furia e impotencia como punto base, comprendiendo que todo esto era su completa responsabilidad.

Sus orejas bajaron tristes mientras sus ambarinos no podían dejar de observar aquellas facciones de la fémina frente a él.

Si hubiese conseguido alejarse de la chica quizá ahora estaría bien, en su época y siendo feliz... Mas el desenlace hacia sido completamente diferente.

Los ojos de la chica aún entreabiertos lentamente comenzaron a opacarse y los bullicios emergentes de sus labios cesaron.

Y entonces sus ojos cerraron abruptamente, cayendo completamente inconsciente en sus brazos.

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2020 ⏰

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