Eres mi mayor misterio (L Lawliet × ____)

El golpe del karma

Abrí los ojos de golpe dejando atrás a lo q me gustaría llamar únicamente sueño, pero tal y como acababa de saber, eso no había sido una simple pesadilla, eran recuerdos q quedaron tapados por el estrés y tal vez la culpa de mis palabras.

Intentando despejarme de mis pensamientos miré a mi lado, ____ dormía plácidamente en mis brazos.

Tal vez debería despertarla y pedirle disculpas lo antes posible? O debería dejarla dormir?

- ____, buenos di-

En la puerta estaba Sam, quién se había quedado completamente petrificado, supongo q sería por q yo estaba durmiendo con ella.

Sé q no es el momento, y no sé q no debería hacerlo, pero no e puedo resistir a molestarle, no cuando ha sido tan grosero conmigo desde q me encontraron.

Pegué a ____ tanto como podía a mi cuerpo y le di un beso en la frente como guinda del pastel mientras sonreía y miraba a Sam.

Sería imposible describir la cara de asco y odio q tenía puesta, pero se lo merecía, además, tampoco había hecho nada demasiado malo, verdad?

Aún con la cara de extreñimiento se acercó a mí silenciosamente.

- Q mierda estás haciendo con ella?

Aunque ninguno de los dos lo dijese creo q estaba más q claro, no éramos amigos.

- Vete, intento dormir.

Me intento elevar para separarme de ____ pero yo seguía sujeto a ella, y al final, entre tantos tirones y zarandeos, ocurrió lo inevitable.

- Se puede saber q coño estáis haciendo los dos, par de brutos?! Salid de aquí ahora mismo!

Se me congeló la sangre cuando gritó, era mejor no despertarla a partir de ahora.

Los dos corrimos torpemente hasta el pasillo donde cerramos la puerta tras disculparnos a gritos.

En cuanto cerré la puerta me recosté sobre la pared suspirando, desde luego un sueño agradable debía ser acompañado de un cálido despertar.

- Responde mi pregunta.

- Hm?

- Q mierda hacías con ella?

Después de oír la manera en la q parecía custodiarla ahora mismo y varios fragmentos de ayer empezaba a tener una sospecha bastante mala sobre Sam.

- Me invitó a dormir a su habitación por q alguien me había quitado mi cama, así q accedí.

- Me das verdadero asco. Después de todo lo q la hiciste pasar, q ni siquiera recuerdas, aprovechas q ella te ha perdonado para dormir a su lado.

- Te equivocas, si q lo recuerdo, tenía pensado pedirla perdón cuando se despertase, pero entonces entró un simio q se hace pasar por humano a interrumpir mi oportunidad.

- Eres la mayor escoria jamás existida.

Dicho eso se dió la vuelta, pero antes tenía q confirmar mi hipótesis.

- Q raro q seas tú el q me lo diga.

- Perdona?

Se giró al escucharme con cara de incredulidad.

- Es muy extraña la manera con la q actúas cuando estás con ella.

- Q quieres decir?

Si acierto, le mandaré a tomar por culo, pero si no, no tiene por q pasar nada.

- Me di cuenta de cómo miraste a ____ ayer cuando fue a la cocina, dime, observaste bien su culo o te faltaron detalles?

- Q estás suponiendo? Q soy un pervertido?

- No es q lo suponga, es q es bastante obvio.

Sonrió socarronamente mineras me miraba con desprecio.

- Y q vas a hacer? Crees q ____ te creerá a ti, el q la abandonó deseándola la muerte, o a mi, quién he seguido soportando sus mierdas solo para poder tocarla algún día?

Desde q había dejado mi trabajo no llevaba muy bien lo de controlar los nervios, pero q un cabrón pervertido como él dijese algo tan rastrero como eso, era algo q no me dejaba pensar con claridad.

Sin pensarlo dos veces me tiré encima suya y empezamos a lanzarnos puñetazos como si no hubiese mañana.

Llegue a golpearle unas cuantas veces pero debido a mi actual forma física no hicieron mucho efecto, sin embargo, él me pegó solo un puñetazo y ya me tenía debajo suya apunto de partirme la nariz con otro puñetazo.

Desde el principio sabía q no tenía muchas opciones de ganar frente a un gorila como él, pero una falta así era más q imperdonable.

Me preparaba mentalmente para mi futura rinoplastia cuando de repente Sam cayó encima mía inconsciente.

En su brazo derecho, con el q me iba a mandar al hospital, había un dardo tranquilizante.

- Estás bien, L?

____ me tendía su mano para q me levantase.

- De donde...? Como has...?

- He escuchado toda vuestra conversación, y el arma siempre la llevo encima por si acaso.

Si ha escuchado toda nuestra conversación entonces...

- Siento q Sam quisiese aprovecharse de ti.

- Eso no es problema tuyo, pronto vendrán unos policías a buscarlos, son de mi equipo, así q no hay peligro.

Agarré su mano y me levanté, pero enseguida noté un dolor punzante tanto en la boca como en la mejilla y la nariz.

- Gracias, aunque aún necesito algo de ayuda.

- Para q?

- Creo q me ha podido romper algo.

- Está bien, en cuanto se lo lleven te ayudaré con las heridas, bebé llorón.

Cogió a Sam por los brazos y lo arrastró al salón.

Ahora q no tengo q preocuparme por ese idiota debería aprovechar para pedirla perdón.