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Lilac Grimblehawn era la chica más tierna y hermosa de la casa Slytherin, lo que atraía a muchos chicos, y entre ellos se encontraba Tom Riddle, aunque no era nada sorprendente.
Lilac se encontraba en clase de pociones junto a Amber, la preciosa serpiente color mate, quien no se separaba por nada de la chica.
—Aremos una poción multijugos, cojan sus libros y comiencen —dijo Horace Slughorn, es profesor de pociones.
Los alumnos empezaron a hacer la poción, Tom Riddle de vez en cuando daba miradas a la chica Grimblehawn que estaba en la mesa delantera, quien de vez en cuando le corregía errores a sus compañeros por lo bajo, los que hacía sonreír al chico.
—Se te ha olvidado las sanguijuelas —le dijo Lilac a Tom quien frunció el ceño al no entender a lo que se refería.
—¿Que? —pregunto el chico absorto en la belleza de su compañera de adelante.
—Se te a olvidado echar las sanguijuelas —le respondió la chica soltando una peque risa que a oídos del slytherin fue los mas hermoso que había escuchado.
—Oh... gracias —dijo una vez salido de su ensimismamiento.
—De nada —respondió la chica con su suave y melodiosa voz.
Cuando terminaron las poción la chica se fue hacia Leta Lestrage, quien era su mejor amiga.
[...]
A la hora de la cena, Lilac se sentó en la mesa Hufflepuff, junto a Leta Lestrange y Newt Scamander.
La joven sintió una mirada penetrante, que hizo que levantara la cabeza, cuando su mirada chocó con el chico Riddle lo único que hizo fue sonreírle con amabilidad, que hizo que el contrario hiciese lo mismo.
