Los tres se miraran mutuamente. Sus rostros expresaban terror y una sensación de pánico les invadía por el cuerpo. Los tres estaban mudos. Todavía tenían sus dedos en el triángulo de la ouija.
- Yo no juego más. Esto es una basura - dijo Juan.
Estaba por levantar su dedo pero el triángulo comenzó a moverse en círculos.
- ¿Pueden dejar de molestar? - regaño Juan. Los otros dos estaban pálidos y dijeron al mismo tiempo: "yo no soy".
Las luces relucieron su intensidad y volvieron a la normamalidad. El triángulo empezó a marcar letra por letra: N-O-M-O-L-E-S-T-A-R y fue directo a la parte inferior en donde se leí GOOD BYE.
Quedaron los tres en silencio absoluto hasta que el perro de Juan chilló desde la otra habitación como si alguien le hubiese pateado. Entró corriendo y se metió debajo de la mesa.
- Okey - Benja interrumpió el silencio - Aquí no pasó nada. Esto queda entre nosotros y nunca más se habla del tema. ¿Entendido?
- ¿Videos juegos? - dijo Alex y los otros dos asistieron.
Los videos juegos los distrajeron por dos largas horas. No pensaban ver las películas de terror cuando casi fueron protagonistas de la suya. El perro de Juan se tranquilizó y no se movió del sofá. Eso les daba cierta sguridad. Pero cada minúsculo ruido que sentían estaban en estado de alerta. No olvidemos el susto que se pegó Alex cuando el reloj de cuerda marco la media noche con sus campanadas. Lo cual Juan y Benja comenzaron a reírse y a imitarlo.
Luego de un rato de seguir jugando, se quedaron dormidos en el livingroom. Benja estaba acostado en el sofá. Alex, en el sillón. Y Juan estaba en el piso al lado de su mascota. La casa esta revuelta. Era obvio que tres adolescentes estaban disfrutando la soledad de la casa.
A las 3:33, la hora cuando los portales se abren, algo más ocurrió. El living no estaba del todo oscuro. La televisión seguía proyectando el menú de uno de los juegos. De repente, un viento sopló en el cuarto. Hunter, el perro, abrió sus ojos y levanto las orejas. Sabía que algo no andaba bien.
En las escaleras, el sonido de pisadas que bajan lentamente pusieron más en alerta al perro. Se levantó y lentamente en posición de guardia se acercó. Cuando llegó a las escaleras, su lomo se erizó como gato y empezó a ladrar con todas sus fuerzas. Los tres chicos saltaron del susto. Al principio, ninguno entendía nada. Y Juan vio a su mascota enfurecida ladrando hacia la escaleras. Los tres, sin armas, desprotegidos, se acercaron lentamente. Juan sabía que Hunter no lo iba a dejar sólo y sería capaz de entregar au vida para protejerlo. Benja buscó en su bolsillo el celular y se dio cuenta de que no tenía baterias. Alex llevó su dedo indice a sus labios haciendo la señal de silencio mientras sacaba su celular y lo preparaba para cualquier emergencia.
Lentamente y juntos caminaron hacia Hunter quien seguía en posición de guardia y ataque, gruñendo y ladrando.
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El juego que ya no es juego
AléatoireUn grupo de chicos curiosos creían que se iban a divertir... Esta es mi primera historia en wattpad. Comenzó como un cuento de un sólo capitulo y después no pude parar. Espero sus comentarios y sugerencias. Y espero que les guste y me aplaudan con s...