Todo adolescente sueña con una vida llena de aventuras ¿bueno, quién no? Sentir que tu vida es un cuento de hadas, seria fenomenal. Pues al parecer ese sueño fue escuchado pero, no de la manera en que se esperaba.
[∆•∆•∆] una adolescente de 15 años...
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Todos nacemos diferentes ¿verdad? Siempre nos han dicho que nacemos con un propósito en esta tierra, el cual debemos de descubrir y cumplir al mismo tiempo. Ese podríamos decir que es nuestra misión.
Como era de esperarse cada uno de nosotros tiene habilidades ya sea descubiertas u ocultas, esperando a ser encontradas. Algunos son buenos en Futbol, otros saben dibujar, mientras que el resto son expertos en el arte del canto. En tu caso eras buena en muchas cosas.
Como si fuera arte de magia, desde pequeña eras buena en muchas cosas comunes, no eras una experta, eso estaba claro. Pero de alguna manera siempre lograbas destacar del resto. Aun que las cosas no siempre salían como deseabas, siempre intentabas buscar otros medios para conseguir lo que querías. Es como si de alguna manera este mundo se encargará de darte buena suerte, o simplemente cumplir tus caprichos.
No era de esperarse que a la vista de las demás personas, eras vista como una persona. . . Como decirlo "perfecta" algo que realmente llegaste a detestar en su momento pero después intentaste verlo como algo positivo. Te miraban como una pequeña joya preciosa la cual era rara en su especie.
Pero nada de eso era cierto.
Eras una persona alocada e infantil, cometias errores como cualquier otro ser humano. Lastimosamente tenías que fingir cosas para encajar, fingias que te gustaban muchas cosas para que los demás te aceptaran. Cuando deseaste acabar con la farsa ya era demasiado tarde, las mentiras se expandieron y todos te ponían en un pedestal. Solo estaban contigo por que creían que eras asombrosa. No te conocían por como realmente eras, solo estaban contigo por que eras popular o famosa y no por ser como eres realmente.
Las únicas personas que conocían tu secreto eran las más cercanas y por supuesto tus amigos Jim y Toby. Ellos te aceptaron por realmente como eras, les agradaba tu verdadero yo. Nunca te juzgaron y siempre se quedaron a tu lado.
Con el tiempo empezaste a aceptar tu vida y a vivir con tus mentiras. De todas formas nada iba a cambiar, estabas conforme con tu vida y no pedías más. Además, nada puede cambiar eso. . . ¿Verdad?
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El viento sacudía los árboles muertos de aquel lugar oscuro y podrido en el cual solo se podía oler a sangre y. . . Nutella, nutella vieja pero sabrosa. Todo estaba mal en este mundo, pero cuando el mundo está problemas solo habrá una persona que lo puede arreglar y esa es:
—¡Solaria! —grito una voz chillona, no era nada más y nada menos que Mauricio el dragón con mil ojos, el cual nombro a la heroína de esta historia.
