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Capítulo 80: Ir tras su esposa (I)

Aunque Shi prometió que no se cansaría demasiado, no volvió a su palacio esa noche.

Mucho tiempo esperó en la cama imperial durante toda la noche, pero suspiró por la ausencia de Shi.

Naturalmente, Long no durmió bien esa noche.

A la mañana siguiente, Long se despertó temprano.

Long fue al pasillo exterior ya que no es hora de la reunión de la mañana.

Los eunucos y las mucamas del palacio que esperaban afuera se sobresaltaron y se apresuraron a presentar sus respetos a Long.

Long les indicó que se fueran, pero solo llamó a un eunuco más joven que era un secuaz de Shi para que se acercara.

El eunuco se apresuró a seguirlo adentro. "Su Majestad."

Long preguntó con calma: "¿La emperatriz todavía está en la cámara?"

"Sí, Su Majestad". El eunuco respondió de inmediato.

Long frunció el ceño y permaneció en silencio durante mucho tiempo.

El eunuco estaba de rodillas en silencio, después de un rato, Long lo saludó con la mano. "Está bien, puedes irte ahora".

El eunuco hizo una pausa y luego se fue.

Después de que el eunuco se fue, Long miró hacia el cielo y lanzó un largo suspiro de alivio.

La reunión matutina con el emperador estaba a punto de comenzar. Long salió del Palacio Qiankun lentamente ...

Mientras tanto, abajo en el cuarto oscuro.

Shi bebió el té sin prisa.

El que colgaba ante el era sin duda Fang Hui.

Pero su estado ni siquiera estaba cerca de ser bueno.

Una marca de herida en él parecía una cicatriz dejada por latigazos o algo más.

Sin embargo, lo que es más importante, la expresión de sus ojos era diferente de esa nitidez cuando estaba en el Palacio Qiankun. Sus ojos estaban en blanco, como si estuviera reprimiendo algunos sentimientos, con un toque de depresión.

Se infirió que debió haber tenido una noche difícil.

"¿Qué hora es ahora?", Preguntó Shi con indiferencia.

Un Guardia de las Sombras respondió de inmediato: "Su majestad, es hora de la reunión de la mañana".

"Oh ..." Shi asintió y lanzó una mirada indiferente a Fang. "¿Has decidido lo que me vas a decir?"

Fang miró a Shi. Sus ojos estaban flojos y tenían una sensación de miedo inexpresable.

Shi sonrió gentilmente. "¿Todavía nada? No hay problema, tengo tiempo para quedarme aquí contigo.

Demonio ... de repente, esta palabra vino a la mente de Fang.

Shi en este momento se puso de pie amablemente y sacudió el polvo inexistente sobre él, "Volveré después del desayuno".

Fang torció los labios y finalmente pronunció cuatro palabras. "Te lo diré."

Long no estuvo de buen humor durante la reunión de la mañana y no le importaría dejarlo salir.

Los cortesanos sabían que un asesino irrumpió en el palacio durante el día de ayer. También se dijo que esto tenía algo que ver con el Sr. Xu que el emperador había traído. Y era previsible ver al emperador de mal humor.