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Capítulo 93: Llevando a los mendigos (I)

Después de haber tenido ese sueño, Long permaneció de mal humor durante varios días seguidos.

Además, Shi no estaba con él. Entonces, Long se sintió más deprimido.

Contó los días y esperó a que Shi regresara. Finalmente llegó ese día.

Antes de que Shi subiera, los Guardianes de la Sombra le dijeron que el emperador estaba de mal humor y que solo comía un poco en estos días.

Shi pensó que Long estaba enojado porque se fue sin decir adiós antes.

Pero cuando vio a Long más tarde, ¡Shi descubrió que las cosas podrían no ser tan simples!

"Qingzhou?" Long se sorprendió cuando vio a Shi en la habitación.

Shi cerró la puerta. "Volví."

Long de repente se levantó y luego sonrió amargamente. "¿Regresaste?"

Shi fue a Long paso a paso mientras decía suavemente: "Sí, he vuelto. ¿Estás enojado?"

Long sacudió la cabeza. "No, no lo pienses demasiado".

Shi frunció el ceño profundamente. Cuando se fue, esperaba que Long se enojara, ¡pero no esperaba que Long se comportara así!

Long dijo que no estaba enojado, pero Shi descubrió que ... Long no estaba en buen estado.

"¿Que pasa contigo?" Shi preguntó.

Long frunció los labios. "Nada ... Es solo que no estoy de buen humor estos días".

Shi respiró hondo, "¿Porque te dejé?"

"No." Long sacudió la cabeza. "Es solo porque tuve un mal sueño".

Shi estaba aturdido, ya que no esperaba obtener esa respuesta. "¿Tuviste ... un mal sueño?"

Long sonrió amargamente. "Si."

"¿Con qué soñaste?" Shi preguntó.

Long no sabía cómo contarle a Shi sobre ese sueño, que en realidad era sobre su vida anterior. Entonces, solo podía sacudir la cabeza.

Algo de frialdad brilló en los ojos de Shi. "¿Ni siquiera puedes decirme?"

Sintiendo que Shi estaba un poco infeliz, Long abrió la boca y dijo vacilante: "No ... te puedo decir ... pero no sé cómo decirlo ... Qingzhou, por favor no te enfades".

Mirando a Long, Shi suavizó su expresión.

Entonces, Shi se acercó a Long y dijo suavemente: "¿Con qué soñaste?"

Long dijo en voz baja: "Soñé que ... todos mis parientes me dejaron".

Shi se sorprendió después de escuchar esas palabras. "¿Quieres decir ... el difunto emperador?"

Long apretó los labios y sacudió la cabeza. "No. Me refiero a mi madre y los demás.

"¿La difunta emperatriz?" Shi reflexionó por un momento. "Todavía me tienes."

Long dio un largo suspiro de alivio y luego sostuvo a Shi en sus brazos.

"Sí, todavía te tengo. Estoy muy contento de que estés conmigo, Qingzhou ... "

La cara de Shi se suavizó por completo mientras miraba a Long.

Un momento después, Long soltó a Shi.

"Qingzhou, ¿seguiste tomando tu medicina?"

Shi asintió con la cabeza. "Me llevé a Zhang Yuan conmigo y el veneno residual en mi cuerpo fue eliminado".