Capítulo 94: Llevando a los mendigos (II)

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"¿Robaste su plata?" Shi preguntó suavemente.

"No no." El mendigo levantó la cabeza. Aunque su carita estaba sucia, todavía se podía ver que era un chico guapo.

Shi alzó las cejas. "Si no robaste, ¿por qué dijo que lo hiciste?"

El mendigo dijo: "Realmente no le robé su plata".

El hombre de mediana edad dijo enojado: "Chico sucio, eres la única persona que ha estado cerca de mí. Si no me robaras la plata, ¿quién más sería? "

"Solo quería suplicar algo de comida. ¡No te robé tu plata! " El pequeño mendigo dijo con ansiedad. Luego, miró a Shi y Long, esperando que pudieran salvarlo.

"Es solo un niño pequeño. ¿No puedes decir si tu plata está escondida en su ropa? " Shi dijo a la ligera. Después de hacer un gesto, apareció un Guardián de las Sombras. Cargó al niño y buscó en su cuerpo. "No."

Sus palabras causaron alboroto en la multitud.

El hombre de mediana edad gritó. "¿Por qué iba a creer en tus palabras? ¡Creo que has escondido mi plata! De lo contrario, ¿quién ayudaría a un mendigo sucio?

Cuando los ojos del Guardián de las Sombras brillaron con una luz fría, abofeteó directamente a ese hombre en la cara.

El hombre de mediana edad no esperaba que Guardia Sombra le abofeteara. Le abofetearon tanto que se tambaleó y casi se cae. "Ah ..." El hombre dio un grito. Al ver que el Guardián de las Sombras era tan feroz, los espectadores tenían miedo de ser heridos, por lo que todos huyeron.

"Tú ... tú ... ¡reportaré al gobierno!" El hombre de mediana edad rugió.

El Guardián de las Sombras se burló. Levantó al hombre y buscó en su cuerpo.

"¿Que es esto?" Se arrojó una bolsa de plata.

Ese hombre puso los ojos en blanco. "¡Esta es mi plata! ¡Mi plata!

"Sé que es tuyo, pero ¿siempre llevas dos bolsas de plata contigo?"

"¿Cuál es el problema?" El hombre gritó. "Solo me gusta traer dos bolsas de plata conmigo todos los días. ¿Qué tiene eso que ver contigo? "

Los Guardianes de las Sombras no querían perder el tiempo con él, así que volvió sus ojos hacia Shi y Long.

Long entrecerró los ojos y dijo a la ligera: "Dado que quiere informar al gobierno, simplemente llévelo allí".

El hombre de mediana edad estaba aturdido.

Al Guardián de las Sombras no le importaba lo que ese hombre quisiera decir en absoluto. Él tomó directamente al hombre y se fue volando.

Long miró al pequeño mendigo y de repente se le ocurrió un plan.

"¿Tienes algún pariente?"

El pequeño mendigo sacudió la cabeza. "No, todos mis parientes han muerto. Soy el único que queda ".

Long sonrió. "¿Te gustaría ir conmigo?"

"¿Estás dispuesto a llevarme?" Los ojos del mendigo se iluminaron de repente.

Long sonrió de nuevo. "Sí, ven conmigo".

El pequeño mendigo aceptó de inmediato. Long dijo de nuevo: "¿Sabes cuántos niños son como tú en la ciudad?"

El pequeño mendigo estaba aturdido.

Long lo explicó en detalle. "Quiero decir, huérfanos sin parientes que son de tu edad. Puedo llevarlos a todos ustedes conmigo.

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