Un Nuevo Comienzo (Hiccstrid...!)

El amor de un padre

Hipo lo miró alejarse. Se volvió y observó que Astrid ayudaba a Alina. Lía se quedo echada a la par de ella. Hipo pareció acercarse para decir algo y Astrid lo calló como si le hubiera leído la mente.
Astrid: Hipo, ahora no!
Alina: No má, creo que sí tiene que hablar conmigo.
Astrid le acarició la espalda y luego se acercó al oído de hipo y le susurró.
Astrid: No seas tan duro con ella!
Desvió la mirada. Se acercó a Alina y se acuclilló a su lado.
Hipo: Alina, por qué no me lo dijiste?
Alina: Yo..traté, pero las veces que tenía la oportunidad tú te ibas o me ignorabas!
Hipo en ese momento la miraba detenidamente mientras procesaba un recuerdo de su padre y él en la misma situación. Sintió que una lágrima estaba a punto de escapar, miró hacia artiba como para que ésta se devolviera, pero resultó inútil.
Alina: Pá? Que...que tienes?
Hipo: Perdóname!
La muchacha lo miró confundida.
Alina: Cómo?
Hipo: Esque...me recuerdas tanto a mí.
Alina: Sí..mamá me lo dijo.
Hipo: Astrid?
Alina: Sí, era por eso que quería mostrarte a Lía.
Hipo: No comprendo.
Alina: Mamá me contó la historia que pasaron Chimuelo y tú; de todas las aventuras, problemas, metidas de pata que tuvieron que pasar para ser quienes son.
Hipo: Y es por eso mismo que no quería que tuvieras un dragón.
Alina: Ahora soy yo la que no comprende.
Hipo: No quería que terminaras como yo, no queria que sufrieras esa vida de andar de un lado a otro con un pie, por eso es que te protejo, por que este mundo tiene peligros y tú eres alguien que no tiene por qué enfrentarlos.
Alina: Pero pá! Si no me enfrentó a ellos, nunca aprenderé a vivir, que pasara cuando tenga que vivir sola o lejos de ti o de mamá?
Hipo: Estas muy joven para pensar en eso!
Alina: No quiero ser dura papá...pero no puedo ser una bebé por siempre.
Hipo: Es que acaso no comprendes que lo único que hago es protegerte?!!

Alina: Sí! Y lo aprecio pero creo que deberías saber que por tu propio bien y el mío, es mejor que me dejes crecer.
Hipo ya tenía los ojos llenos, se levantó junto con Alina, la miró, y con toda la dulzura que podía tener en su ser, la abrazó. Alina pudo sentir como le transmitía ese gran amor de padre, ahí comprendió a que se refería con "lo único que hago es protegerte". No resistió y las lágrimas corrieron.
Alina: Yo tambien te quiero papá!
Hipo no podía responder. Su garganta estaba anudada en alegría y tristeza. Astrid a lo lejos observó la hermosa escena al igual que todos los que estaban ahí presentes.