Un Nuevo Comienzo (Hiccstrid...!)

Un pequeño susto

Pero el dragón respondió diferente a cómo respondió alguna vez Chimuelo. Se levantó cogeando de una pata y estaba acercando a Alina en forma amenazadora.
Alina: Emm...eso no debería hacerlo...
El dragón se acercaba más y más mientras gruñía.
Alina: Oh oh! A correeer!!!!
Salió en un soplido del lugar el dragón a como pudo trató de correr tras ella, no la alcanzó, pero el aroma de Alina se quedó en el ambiento, entonces lo siguió. Alina por fin había perdido de vista al Furia Nocturna, lo que más llamó su atención fueron sus ojos, eran color azul profundo, sentía un escalofrío en el cuerpo al recordar su mirada. Sin darse cuenta llegó al pueblo y vio a Hipo dando vueltas de aquí a allá. Éste, al percatarse de la muchacha, se dirigió hacia ella a darle un abrazo.
Hipo: Me tenías muy preocupado, no vuelvas a irte tanto tiempo.
Alina: Pero....ya que jeje.
Luego, Hipo se dio cuenta que entre los lacios cabellos de su hija habían ramas y hojas.
Hipo: Que tienes en la cabeza?
Alina: Ah! Jaja esto? Es una historia muy graciosa, te va a gustar.
Luego se fueron a la casa. Al llegar, Astrid no estaba, les inquietó a los dos, fueron al cuarto y la encontraron dormida comodamente.

Hipo: Es mejor no despertarla.
Luego se sentaron en la mesa y Alina empezó a construir una platica.
Alina: Pá, cual es la información de los Furia Nocturna?
Hipo: Pues, no se conoce mucho, sólo se sabe que es la cría de los relámpagos y la muerte misma.
Alina: Y no hay más, cómo...si todavía existen o algo?
Hipo negó con la cabeza.
Alina: Seguro?
Hipo: Sí, yo he estudiado mucho esta especie y los datos que tengo son similares a los de los otros dragones, pero por qué las preguntas hija?
Alina: Esque...
Unos golpes en la puerta interrumpieron la frase de Alina.
Hipo: Ya vuelvo.
Fue a ver quien era.
Berkia.: Señor, necesito que nos ayude en el Gran Salón!
Hipo: Sí claro! Alina, seguimos hablando después, ahora vuelvo.
Alina: Pero...
Hipo: Ahora vuelvo!