BENDITO AMOR ETERNO (Terminado) #FL2020

Capitulo 27: Cobrando Favores

Pero a pesar de haber desaparecido, Ron no se había marchado del ministerio, llego hasta unas oficinas que decían “Departamento de Encantamientos protectores”, se abrió paso entre los escritorios, hasta llegar a uno en particular

-Owen- dijo y el sujeto que estaba distraído brinco al oír su nombre

-¡Rayos Weasley! Casi me trago la varita del susto

-necesito tu ayuda- le dijo y en un susurro le explico lo que quería

-No, lo siento, pero no puedo Weasley- se negó de plano el mentado Owen- ¿sabes lo que pasara si me descubren?

-nada comparado con lo que te hará tu esposa si yo abro la boca- amenazo el pelirrojo

-¡Prometiste no decirlo!- se quejo este

-y lo mantengo, solo te estoy pidiendo un favor, es lo justo- Owen miro hacia los lados

-de acuerdo- acepto a regañadientes- pero si alguien llegara a darse cuenta, no te conozco y si me involucras lo negare todo ¿entendido?

-ok

-dame una hora- pidió

-30 minutos- contradijo Ron, Owen puso cara de resignación y asintió, Ronald espero en el pasillo, y pasado un poco del tiempo otorgado, el sujeto salió y disimuladamente se acerco a él- ¿ya esta?- pregunto

-Si, pero recuerda… no podrás entrar a la casa, solo podrás verla ¿entendido?

-es suficiente por ahora, gracias- dijo antes de dar la vuelta para marcharse

-espero que olvides mi secreto con este Enorme favor

-¿secreto? ¿Cuál secreto?- dijo el pelirrojo y se marcho. Arribo hasta la mansión Malfoy o mejor dicho hasta los limites de la enorme casa, ahora podía verla pero debido al campo mágico no podía entrar. Rondo por la reja del patio trasero y aguardo un par de horas, en silencio los minutos se le hicieron  eternos, hasta que finalmente apareció el niño al que había visto con Hermione.

Había salido a jugar, y corría detrás de una pequeña snitch dorada, que volaba a pocos centímetros por encima de él. Gracias a la fuente mágica de la pelotita esta logro atravesar la reja y el campo mágico que protegía la casa. Ron la atrapo en su mano, el niño corrió hasta la gran reja de acero. Miro a aquel hombre que estaba frente a él con extrañeza y el pelirrojo  se agacho para estar a su misma altura, Ron puso una de sus rodillas en el suelo.