I.

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Otra vez, sus oídos siendo atacados por los feroces sonidos de los vecinos en medio de esa mudanza terriblemente caótica, aún más debido a que poseían a tres niños pequeños que no paraban de jugar, gritar y romper cosas.

Podía oírlo a la perfección y eso era horrible.

Finalmente aceptó su destino, ser despertado de nuevo antes de las nueve de la mañana, se levantó de su cama estirando sus brazos y repentinamente sintiendo dolor en estos, quizás durmió en una mala posición, buscó sus pantuflas y en cuanto las encontró se dispuso a caminar hacia al baño, para lavar su rostro con cuidado y cepillarse los dientes, no pensó quitarse el intento de pijama que llevaba, una camiseta oversized y unos shorts, que fueron un regalo de una navidad pasada, seguro se quedaría así durante todo el día. Procedió a poner crema en sus manos y cara, peinó su cabello suavemente, viendo su reflejo en el espejo y no pudo evitar llorar al recordar su última ruptura, el como solían despertar juntos y poner mascarillas en sus rostros mutuamente para luego reírse, lo extrañaba, echaba de menos cada momento que había compartido junto a Sungchan, se sentía incompleto sin ese tonto que media dos metros más que él.

— Mientras tanto, se confirma que la participación de este famoso actor fue totalmente errónea y la empresa salió a dar un comunicado extenso debido a la controversia causada hacia los fanáticos y fanáticas... —el pequeño chico solo encendió la televisión por costumbre, ni siquiera le ponía verdadera atención a esta, tanto así, que se giro al instante cuando pudo percibir el timbre de su departamento ser tocado de forma constante e insistente haciendo su cabeza doler después de haber llorado durante tantos días seguidos.

Se levantó del suelo en donde repasaba las pinturas en las que había estado trabajando los últimos meses y dejó que sus pies lo guiarán hacia la puerta abriendo esta solo un poco, no permitiendo ver su cuerpo.

— ¿Sí, diga? —murmuró, observando al joven delante suyo de pies a cabeza.

— Hey... —el chico que se encontraba afuera le miró, esperando a que lo dejara pasar—. Me dijeron que este sería mi nuevo departamento.

Eso fue increíblemente inesperado para Renjun, quien esperaba que fuera algún conserje pidiéndole lo que debía de la renta pasada.

— Debes tener el número equivocado. —habló, cerrando la puerta pero notando que el contrario había puesto un pie para evitar aquella acción—. Estoy hablando en serio.

— También yo. —afirmó, haciendo una pausa—. Tu hermano Doyoung dijo que vivías solo y yo soy el hermano menor de Jungwoo, su novio.

Renjun volvió a dirigirle la mirada y rodeo los ojos para luego bufar y dejarlo pasar a su piso, con algo de vergüenza, odiaba a Doyoung por hacerle pasar momentos embarazasozos cada que podía, lo ahorcaria la próxima vez que se vieran las caras, si es que lo hacían.

— Lamento el desorden. —murmuró, recogiendo sus dibujos del suelo y poniendo estos nuevamente en la carpeta color amarillo junto a la mesa redonda que poseía su limitado departamento—. ¿Sabes si Doyoung vendrá...?

— ¡Renjun, mi querido hermanito! —oyó esa escandalosa voz detrás suyo y sonrió antes de darse la vuelta y golpear el estómago de su mayor—. T-tú... sigues igual de bajito...

— Hola Jungwoo, ¿has estado bien? —Renjun le dirigió la mirada al pelirrojo que se mantenía con la mirada preocupada por su novio, previamente golpeado por la poca fuerza de Renjun y la gran actitud dramática que poseía Doyoung.

— Sí, gracias por preguntar, pollito. —contestó, sonriendo y parándose al lado de su pareja para luego mirar a Jaemin, quien sólo apretaba teclas en su celular—. Jaemin, ¿te presentaste a Renjun?

𝐏𝐀𝐑𝐓𝐍𝐄𝐑 ; 𝖱𝖤𝖭𝖬𝖨𝖭. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora