IV. (2/2)

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Renjun sintió su cabeza doler con la fuerza de un terremoto, teniendo en cuenta que el sol entraba por la ventana y le daba directo a la cara tuvo claridad en el hecho de que debía levantarse, sintió sus mejillas calientes al notar que reposaba encima del pecho de alguien y al elevar sus ojos, oh, Jaemin.

Mierda, era Jaemin y parecía seguir durmiendo.

— ¿Piensas quedarte mirandome así toda la mañana? —el coreano habló con una voz extremadamente grave, quizás porque bebió demasiado la noche anterior y sus cuerdas vocales estaban afectadas por ello—. ¿O... me darás un beso de buenos días?

El contrario se sonrojó con fuerza y frunció el ceño, golpeando al coreano con una almohada, dándose cuenta que no durmió con pantalones y solo llevaba puesta su camisa, cosa que lo obligó a sentarse y cubrir sus piernas con las sábanas color cereza, se tomó una pausa debido a que sentía que miraba hacia un lado y su mundo daba vueltas como en un maldito sueño, jamás volvería a tomar tanto vodka en una sola noche, independiente de eso, de algo estaba seguro y es que no tuvo sexo con Jaemin porque sino le dolería mucho el trasero, cosa que no le sucedía y se alegraba de que no haya pasado, era un alivio.

— ¿Te quedaste aquí conmigo porque yo te lo pedí? —preguntó, con voz bajita, mirando al coreano, el cual asintió sonriendo y acomodando su cabello—. Eso es muy dulce.

Jaemin se veía muy guapo luego de beber toda la noche, lo daba por hecho después de hoy; había podido apreciarlo en ese look post-borrachera matutina dos veces y era impresionante.

— ¿Recuerdas algo de anoche? —Jaemin se levantó de la cama, buscando su ropa en algún lugar cercano a la cama logrando encontrar sus dos prendas restantes con facilidad.

— Un poco, sé que tomé bastante vodka. —respondió el interrogado, abrochando su camisa y después desviando su mirada hacia el cuerpo del coreano en el cuarto—. Y... que nos besamos un par de veces.

Ambos rieron avergonzados, tenían memoria de esa situación porqué, probablemente, para los dos fue algo que no se borraría tan fácil por su clara atracción mutua, el día fuera se notaba soleado, el cielo completamente despejado y ninguno de los dos tenía idea de a quien pertenecía la habitación de la cual se hicieron dueños sin consultarle a nadie.

— Me hubiera gustado más besarte estando sobrios. —mencionó Jaemin, entrando al baño y mirándose al espejo apreciando su cara recién despierto, no estaba nada mal—. Pero bueno, por algo se empieza.

— Lamento que no pudieras disfrutar de la fiesta por mi culpa.

— ¿Quién dijo que no disfruté? Estuve la mitad de la noche bailando con el chico que me gusta y luego nos besamos. —hizo una pausa para ponerse su camiseta, acercándose a Renjun—. Lo pasé extraordinario, fue una noche asombrosa gracias a ti.

Jaemin puso sus dedos en una de las mejillas de Renjun, acariciando esta suavemente y después se sentó en el extremo contrario de la cama, dándole la espalda al chino para esperar que este pudiera buscar sus pantalones donde fuera que los haya dejado y pudiera ponerselos con total libertad, que se sintiera seguro porque podía adivinar por su rostro de cachorrito que sentía vergüenza de que lo vieran en ropa interior, dos veces, aunque claro, la noche anterior no contaba porque por mucho que lo hubiera visto, Renjun no estaba consciente de lo que hacía y jamás se le habría pasado por la mente aprovecharse de la situación, no era algo correcto y aborrecia a las personas que obligaban a chicas o chicos a estar con ellos y tener sexo solo por el hecho de que estuvieran en una situación vulnerable, como lo es estar ebrio.

— ¿Puedo mirar? —preguntó el coreano, escuchando un pequeño "sí", como respuesta—. Bien, deberíamos ir abajo, se preguntarán donde estamos.

— E-espera. —Renjun alzó la voz, volviéndose tímido al instante—. ¿De verdad, yo te gusto?

Jaemin asintió, sintiendo sus orejas arder al tener que aceptarlo mirando a Renjun frente a frente, básicamente, enfrentando sus emociones, además para cualquier persona en la faz de la tierra confesarse era un momento vergonzoso y no había porqué negarlo, pero pudo sentir alivió al ver la cara de satisfacción y felicidad en Renjun al confirmar sus sentimientos por él.

— Y... ¿Qué diremos si mencionan lo de que nos besamos?

— Diremos qué estábamos ebrios, fácil. —Jaemin tomó la mano del chino y salieron de la habitación, encontrándose por desgracia al instante con Donghyuck, quien sonrió jugando con su lengua entre dientes.

— Ustedes dos, ¿tuvieron sexo? —preguntó el moreno, acercándose a la pareja y yendo escaleras abajo junto con el par.

— Solo nos quedamos dormidos. —murmuró Jaemin, sosteniendo el agarre de la mano del chino quien respondió de igual manera ante la incógnita de su amigo—. ¿Sabes donde está Mark?

— Creo que durmió en un sofá. —murmuró Donghyuck, rascando su nuca—. Yo dormí con un chico que no conozco y pasamos la noche juntos.

— ¿Qué? —Renjun lo miró con incredulidad, solo esperaba que su amigo haya sido precavido y usarán protección, claramente no se iba a meter en la vida sexual ajena pero le preocupaba un poco—. ¿Y... es lindo?

Jaemin rió ante el cambiante tono de voz del chino, sujetó su mano con dulzura y firmeza, asegurándose de que todos al llegar al primer piso los vieran de esa forma, sí, iba a alardear tener el privilegio de ir con Renjun, el chico más angelical entre todo ese desastre lleno de chicas y chicos con resaca y dolor de espalda por dormir en malas posiciones.

— Es una especie de Leonardo Dicaprio coreano, créeme, es el chico más guapo con el que he estado hasta ahora. —respondió Donghyuck, haciendo señas con sus manos para enfatizar con lo que salía de su boca—. Hey, ese es Mark.

— Luce horrible. —murmuró Jaemin, viendo como el canadiense tomaba una taza y a su lado estaba Jisung, Chenle y Yangyang, los cuatro riendo—. Buenos días, caballeros y Jisung.

— ¿Como es posible que se vean tan bien luego de una fiesta? —Yangyang observó a Renjun y este solo rió, avergonzado por las palabras de este.

— Supongo que durmieron en camas. —dijo Chenle, tomando la palabra a la vez que ofrecía su taza de café a los recién llegados—. Lo que es yo, no me arrepiento de nada.

— Ni yo, nunca la pasé tan bien en mis cortos diecinueve años de vida.

Jisung sonaba resfriado y Chenle parecía tener unos cuantos chupones en el cuello, esos niños ya no eran del todo niños, Mark solo miraba a Donghyuck de vez en cuando, parecía que estuvieran peleados después de que se la pasarán la noche anterior discutiendo en medio de la fiesta.

— ¿Y ustedes qué? ¿Ahora están de novios o qué? —preguntó Zhong, señalando con su cabeza las manos entrelazadas de Jaemin y Renjun.

— Bueno... —Renjun no sabía que responder ante esa pregunta, en realidad no lo sabía, si se besó con Jaemin y si sentía cosas por él, cosas que eran totalmente correspondidas por Jaemin pero, aún no eran novios—. Solo nos gustamos.

— Sí, nos gustamos. —Jaemin tomó la palabra con rapidez, deshaciendose de su sonrojo momentáneo ante el silencio incómodo que se había formado entre los amigos, aunque ahora el coreano no podía parar de sonreír, también le gustaba a Renjun.

— Wow, es muy bonito que aceptes tus sentimientos por Renjun, Jaemin, realmente es muy valiente de tu parte. —mencionó Donghyuck, mirando con enojo al canadiense quién sólo bufó y desvío su mirada con desagrado—. Deben cuidar sus corazones, no me gustaría verlos mal, a ninguno de los dos.

El moreno los abrazó dulcemente y Renjun pudo percibir la honestidad que cargaban las palabras de su amigo, probablemente si le angustiaba debido a que pertenecían al mismo círculo social y sería horrible tener que dividirse en dos para apoyar a ambos, sería duro para él.

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2020 ⏰

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𝐏𝐀𝐑𝐓𝐍𝐄𝐑 ; 𝖱𝖤𝖭𝖬𝖨𝖭. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora