Y pensare en ti siempre que las estrellas bajen y las galaxias se enciendan
Voy a pensar en ti cada vez que ellas me bañen con su luz.
Y me enamorare de ti otra vez.
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-¿Magnus? –Karen entro al cuarto. La puerta del baño se abrió y Magnus salió, limpiando su boca. Karen alzo ambas cejas. –Te ves fatal.
-Gracias, Karen, aprecio tus palabras. –Magnus camino hasta la cama, acostándose, Karen se río un poco.
-De nada. –Camino para sentarse a un lado de él. -Los primeros tres meses son los más difíciles.
-Lo sé. –Se acomodó mejor en la cama, quedando sentado frente a ella. –Los ascos y mareos no paran, me la vivo vomitando, todo lo que como, devuelvo.
-Después de estos tres meses todo será mejor. –Magnus acaricio distraídamente su vientre.
-¿Dónde están Chris y Jared?
-Chris en el trabajo, Jared esta abajo con tu mamá. Mi día libre es hoy y lo dedicare a ti. Necesitas salir.
-No quiero. Ha pasado un mes sin saber nada de Alec.
-Sé que esto sonara raro, pero las malas noticias son las que más rápido llegan.
-Es lo que mi mamá dice.
-Ella es sabia. –Karen le dio un golpecito en la nariz, Magnus sonrió un poco.
–Está bien, iré.
(Tiempo después)
-Todo está perfecto. –Rebecca le paso un pañuelo para que limpiara su abultado estómago. –Pero este bebé no se deja ver. –Magnus limpio su vientre, bajando de la camilla.
-¿No se supone que a los cinco meses ya se puede ver el sexo del bebé? –Él ya tenía los cinco meses, y estaba un poco preocupado de no sentir que su bebé se moviera o pateara. –No se ha movido.
-No te preocupes por eso, suele pasar algunas veces, la mayoría con embarazos primerizos como el tuyo. Todo está bien, como te dije. –Ella sonrío, Magnus suspiro con tranquilidad, asintiendo. –Sigue tomando las pastillas, y cuidándote. Sé que estás pasando por una situación difícil, pero eres el único que puede cuidar de tu bebé, nadie más.
