𝐶𝑢𝑟𝑠𝑒𝑑 𝐵𝑙𝑜𝑜𝑑 |𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦|

Hogwarts express.

El 1ro de Septiembre de 1991 miles de niños se despedían de sus familias para tomar el tren que los llevaría a Hogwarts, conocida escuela de magos y brujas. 

Dalia Dalghoit, una niña de cabello castaño que le llegaba a la barbilla, piel pálida como la nieve Y ojos verdes al igual que dos esmeraldas. Abrazaba a su madre con vigor, aquella mujer de cabello negro parecía tranquila pero por dentro era un manojo de nervios, no sabía lo que podría suceder con los acontecimientos anteriores, temía por lo que le pudiera suceder a su hija. 

–Por favor, no le hagas caso a los comentarios de... 

–De Jacob, lo sé madre, estaré bien –La pequeña ojiverde le sonrió. 

–Estoy muy orgullosa de ti.

Elizabeth beso su frente y Dalia se dirigió a su padre, ellos solo se miraron sin esperar nada del otro, jamás han tenido una relación afectiva y seguramente no la tendrían en ese momento. 

–¿prometes que vas a escribirme? –Preguntó Edward, hermano menor de Dalia. 

–Claro, todas las semanas –Respondió y se escuchó el último llamado para entrar al tren, ella besó la mejilla de su hermano y subió.

Pasaba por cada uno de los asientos, la mayoría estaban ocupados, casi hasta llegar al final vio una cabina, donde tres niños hablaban; un pelirrojo y pecoso frente a él había una cabello corto castaño claro y rubio oscuro junto con un castaño con gafas. 

–Uh, ¿puedo sentarme? Ya no hay lugar

–Claro, siéntate, Soy Ron Weasley –Se presentó mientras que ella se sentaba a un lado del niño castaño y la chica de cabello bicolor. 

–Soy Harry Potter –Dalia lo miró un poco impresionada; había escuchado mucho su nombre gracias a su hermano, es el-niño-que-vivió– ella es Cody, es mi hermana

–Hola –saludo ella sonriente. 

–Dalia Dalghoit, es un gusto –se presentó antes que llegara la señora del carrito con dulces. 

–¿Quieren algo del carrito? –Preguntó una señora de tercera edad. 

–Yo traje algo –Murmuró Ron algo avergonzado, La ojiverde iba a pedir algo pero Harry se adelanto. 

–Lo quiero todo –mostró sus monedas de oro mientras que Ron y Dalia lo observaban asombrados y Cody mantenía una sonrisa en su rostro.

La señora le entregó todos los dulces que tenían en uno de los asientos, Harry le ofreció dulces a los dos otros niños. 

Ellos comían alegremente mientras le explicaban a Harry y a Cody un poco sobre el mundo mágico, el pelirrojo sabía los sucesos de hace dos años con Dalghoit pero no diría nada, tenía un pequeño presentimiento. 

–¿es tu mascota? –Preguntó Dalia mirando al roedor. 

–Es scabbers, patético ¿no creen? 

–Solo un poco –mencionó Harry mirando la rata.

–Fred me enseño a hacerla amarilla, ¿Les enseño? –Preguntó y los tres niños asintieron, carraspeo su garganta y antes de poder decir algo, interrumpió una niña, con voz mandona, gran melena y dientes largos. 

–¿Han visto una rana?,  la perdió un niño llamado Neville

–No –Respondieron los cuatro. 

–Ah, veo que están haciendo magia, continúa –incitó ella.

–Rayo de sol dorado,color de la mantequilla,  convertir esta rata en amarilla –Lo único que logró hacer fue sacarle la caja de grageas de encima a la rata y seguía igual de gris que siempre. 

–¿Seguro que es un hechizo? Bueno, no funciona, ¿o sí? –Preguntó burlándose y sentándose a un lado de Dalia y Cody, ya que Ron y Harry estaban enfrente– Claro que yo solo he probado hechizos sencillos pero han funcionado bien, por ejemplo, ¡oculus reparo! –exclamó y reparó los lentes de Harry–¡Eres Harry Potter!, soy Hermione Granger ¿y ustedes? 

–Ron Weasley

–Dalia Dalghoit

–Cody B...Potter

–Harry Potter –Miro a su melliza. Aún que Cody no tenía parecido con él.

–¿¡Dalia Dalghoit!? y ¿¡Harry Potter!?,un momento ¿eres hermana de Jacob Dalghoit? 

–¿Quien es Jacob Dalghoit? –Preguntó Cody confundida. 

–uh, no creo que....–Ron fue interrumpido por Hermione.

–Jacob Dalghoit fue un mago y prefecto de 7mo año, se dice que se obsesionó tanto con los secretos de Hogwarts y la magia oscura que se volvió demente y puso en riesgo el mundo mágico, ha estado desaparecido desde que lo expulsaron –Dijo ella con orgullo– es extraño que estés aquí –Hermione miró a Dalia la cual estaba claramente incómoda y molesta– tienen que cambiarse ya, pronto llegaremos a la estación

Hermione se fue y La ojiverde suspiro negando un poco, ella rogaba por que no le tocará una casa con ella. 

–No le hagas caso, ten –Cody le tendió una caja de grageas que ella tomó con gusto. 

Por otro lado se sentía feliz, ellos no la trataron distinto por lo que contó Hermione, tal vez su primer año no será tan terrible como lo presentía.