Apolo
Cuando terminó la clase me dispuse a salir, ví como Edgar (uno de mis compañeros más fastidioso, poderoso, y abusivo) tomaba al chico del el rostro, por un corto momento quise intervenir pero me repetí que no era mi problema, salí de ahí con una presión en el pecho que no había sentido. Para dejar de lado lo que había sentido me dispuse a inscribirme en la clase de música que a decir verdad no sabía que existía, y tenía sentido ya que la escuela se especializa en administración, contabilidad, e ingenierías, y derecho, por lo que el profesor me había dicho solo había otro estudiante inscrito en todas las actividades artísticas.
Terminé llendo a casa, viendo de nuevo al joven de cabellos plata, pero está vez abrazándo a un estudiante de ingeniería, que si mal no recordaba se llama Dion, decidí seguir derecho, llegando en seguida a casa.
—Ya llegué!!!— saludé a mi nana, y a mis padres —Oye hijo, quiero hablar contigo, es acerca de lo que habíamos hablado anteriormente— yo rode los ojos y me límite a asentir —Creo que ya es momento de que empieces a buscar una esposa, cientes cabeza y tengas hijos, para poder asumir el cargo que te toca en nuestro buffet de abogados— —Mamá aún no quiero casarme, quiero ser libre, ni siquiera quiero estudiar derecho y lo sabes, solo lo hago para que ustedes estén felices— mi papá iba a hablar de nuevo pero lo interrumpí, y me negué de nuevo —Ire a mi habitación, no cenaré, gracias— subí a mi habitación y Vi a mi pequeño cachorro de raza Scotch terrier, lo acaricien y me puse a pensar en todo, desde las sensaciones que me género el chico de hoy, hasta como mis padres ya habían creado un futuro que yo no quería, terminé durmiendo para poder olvidar.
Narciso
Nunca me había sentido más humillado, en cuanto todos salieron de la sala a excepción de mi hermano yo me tire al suelo y me puse a llorar, —Tranquilo, te llevaré a tu departamento, y me quedaré contigo— yo me negué, tome mis cosas y salí corriendo de ahí, al llegar a lo que yo consideraba mi casa, lo primero que ví fue a mi gato esfinge acostado en la cama lo levanté con cariño y me acosté, recordé al joven de la mañana, juraba haberlo visto antes, al pensarlo mi corazón latía con desenfreno, pero lo ignore, también pensé en lo que había pasado hoy, ahora era un blanco más fácil para ése chico y por lo que se veía no sería amable, me quite toda la ropa para entrar en la ducha, pasando en frente del espejo, volví a recorrer esas cicatrices que ya tenían un tiempo de haber sanado pero que aún seguían doliendo como cuando las hicieron. Me duche, vestí y dormí para ya no pensar.
Al día siguiente me sentía un poco más tranquilo, ya que el director me había comentado que los viernes solo iban las personas en cursos de regularización, que practicaban algún deporte o en su defecto iban a clases consideradas como extracurriculares como las de artes, mi primera clase fue danza, la disfrute tanto que no me di cuenta que el joven de ayer había llegado a la sala donde se practicaban las clases.
Apolo
La noche la había pasado realmente mal, ni siquiera quería pararme de la cama, pero lo hice, tenía mi primera clase de música y tenía que asistir si quería ver a mi madre felíz, al llegar a la sala ví una de las escenas más hermosas que mis ojos habían visto, el joven de cabello plata bailaba al compás de una canción de música clásica, su cuerpo se movía con una gracia y delicadeza que acentuaba aún más su parecido a un ángel, estaba embobado viendolo.
Narradora
Narciso se dió cuentade la mirada del joven y se detuvo abruptamente y casi calló, pero Apolo lo detuvo —Lo siento no quería incomodarte, solo que lo haces muy bien— Narciso soltó su mano casi de inmediato y Apolo continúo —No nos conocemos, soy Apolo— —Narciso, mucho gusto, y no me incomodaste, solo pensé que no había nadie más en esta clase—
Ahora que Apolo había escuchado más claro la voz del joven frente a el se convenció aún más de que era un angel, ya que su voz era tan dulce y melodiosa que parecía la de un ruiseñor, por otro lado Narciso sentía un sinfín de emociones al tenerte frente suyo los ojos verdes del joven qué lo veía con fascinación, rompiendo el momento tan especial que se había creado llegó el profesor para pedirles que escogieran un instrumento, Apolo escogió el piano, Narciso el violín, cuando el profesor les pregunto si sabían tocar ambos dieron una respuesta afirmativa —yo solo se lo básico, y aún no lo hago muy bien— dijo Apolo sincerandoce, el maestro procedió con Narciso —Yo lo hago bien, llevo practicando casi un año— el profesor le pidió tocar una pieza, lo cual hizo sin pensar —Apolo tendrás que estudiar pero con tu determinación se que aprenderás rápido, por otro lado también te pediré que te inscribas a danza ya que ambas materias van conjuntas y no puedo continuar con un solo alumno en la clase— el joven dió respuesta afirmativa y el profesor les permitió retirarse.Narciso
El joven a mi lado era realmente bello, me tomé la libertad de mirarlo en el rato de la clase y pude reafirmar sus buenas facciones y la belleza masculina que posee.
—¿Quieres almorzar conmigo?— escuché decir al momento en el que salimos del salón, solo asentí con la cabeza y me dirigí junto con el al comedor
—No hablas mucho ¿Verdad?, Creo que deberías hacerlo— trato de pasar mi cabello por detrás de mi oreja pero en un movimiento brusco lo alejé —Lo siento mucho, no quería molestar— yo lo mire a ésos preciosos ojos y hablé de forma baja —No, yo lo siento, es que no estoy acostumbrado al contacto físico, y no me gusta que me toquen—Apolo
Su reacción me pareció un tanto extraña, al parecer no era como los demás, trate de hablar un poco más con el pero no decía más que frases cortas y muy bajo, también note que no comía, apenas y tocó la comida —Comes como un pajarito, ¿No te gusto?— el nego con la cabeza —No es éso solo no tengo hambre— continuamos con el almuerzo y en un momento ví como se cambió de lugar a mi lado, como empezaba a temblar y se ocultaba tras de mi, en la mesa de el frente se había sentado Edgar, viendo de mala manera a Narciso, el solo bajo la cabeza y mientras se acercaba —¿Que haces aqui nena?, deberías estar en casa preparándome la cena— eso último lo dijo jalando bruscamente su brazo y apretando su agarre, yo no solía meterme en los problemas de otros pero la forma en que lo trató me hizo enojar —Sueltalo, lo estás lastimando— dije en tono fuerte —No te metas o quién lo pagará será el— dijo tomando aún más fuerte su brazo.
CONTINUARA...
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clair de lune
RomanceUno huye de su pasado, el otro de su futuro. uno criado de la forma más cruel, estricta y violenta, el otro de la forma más dulce, permisiva y parcial. Mundos diferentes, familias diferente, vidas diferentes. Unidos por su destino, amor y dolor. ¿Qu...