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Narciso

Yo no sabía que hacer, ambos parecían muy molestos, Edgar, tomaba más fuerte mi brazo y Apolo apretaba sus puños en señal de coraje.
-Esta bien, iré con el, si no me meteré en problemas- Apolo me miró preocupado, me preguntó si estaba bien que fuera con el, yo asentí -Eso es nena, tomaste una buena decisión- me saco a jalones del lugar y cuando estuvimos lo suficientemente lejos me soltó el brazo y tomo mi cabello aún más fuerte -Te recuerdo que eres mía, y que nadie más que yo puede tocarte ¿Entendiste? Tu padre te regalo, así que eres de mi propiedad nena- eso último lo dijo lamiendo mi rostro produciendo una sensación de asco en mi -No me digas nena por favor- dije muy bajo y el jalo aún más mi cabello, empezaba a dolerme y trate de soltarme, pero obviamente no era tan fuerte -¿Entonces como debería llamarte?, Tengo varias ideas, como perra, gata o incluso zorra- -No soy una chica, soy un hombre- el me miró más feo y de un jalón me metió al baño sin soltar mi cabello -¿A si? Eres un chico, ¿Entonces por qué no me abres las piernas y me lo demuestras?, Se ve que eso lo haces muy bien gata- yo solo me tape el rostro mientras aguantaba las ganas de llorar, Edgar se quitó el cinturón y al momento de tronar el cuero yo temblé en señal de miedo y tuve un flashback de mi niñez -No me pegues por favor, haré lo que sea- dije llorando de forma desesperada, el se rió y tomo mi rostro --no voy a golpearte si no me das razones, tu rostro es demasiado lindo como para estropearlo ¿así que por qué no me ayudas a no golpearte?- bajo su pantalón y me agachó de golpe -Si haces esto no te haré nada- dijo con una sonrisa de falsa compasión, yo sabía a lo que se refería, y trate de apartar la vista.

Apolo

Me preocupo bastante como se le acercó y se lo llevó, Edgar era abusivo, pero no solía ensañarse tanto con un estudiante, no sabía que sentir, a mi normalmente no me importaba si molestaban a un estudiante, simplemente lo ignoraba, pero ahora era diferente, me sentía impotente, y también culpable por no impedir que lo tratara así, no había terminado su comida, así que pedí que me la envolvieran, salí del comedor esperando verlo, cosa que no sucedió, terminé en el estacionamiento, buscándolo otra vez, solo encontré su moto, sabía que era de el ya que el día anterior lo había visto irse en ella, escribí una nota rápida la cual decía "no terminaste tu comida, así que aquí te la dejo, me quedé preocupado, aquí está mi número, llámame para saber que estas bien" no sabía si dejársela o no, al final solo la dejé y me heche a correr para no arrepentirme, subí al auto, y seguía sintiendo algo de presión en el pecho, empecé a conducir, rezando para que me pudiera contestar.

Narradora

Narciso estaba de rodillas, mientras Edgar lo obligaba a abrir la boca para introducir si miembro en ella, por más que Narciso había rogado por qué no lo hiciera Edgar hizo caso omiso, Narciso solo cerro los ojos y dejo la boca abierta deseando que todo terminara, -Si quieres que esto acabe tienes que esforzarte nena- con una gran fuerza empujó su cabeza hasta que su miembro tocó su garganta, Narciso sintió arcadas y no podía respirar, cada vez lo metía con más fuerza y soltaba varios gruñidos de placer, los cuáles solo generaban asco en el joven que se mantenía quieto de rodillas, despues de varíos minutos que para narciso parecieron años embistiendo con brusquedad su boca volvió a introducirlo con gran fuerza hasta la garganta, y se corrió dentro de esta, el de cabello plata quiso escupirlo, pero este cerro su boca con la bastante fuerza -Tragalo o será más que éso lo que recibas- hizo caso y lo trago, Edgar se subió el pantalón y se puso el cinturón, -Muy bien hecho nena, estuviste fantástica- termino de acomodar su ropa y salió del baño sin más, Narciso se puso a llorar por lo bajo por miedos de que regresará, comenzó a vomitar y siguió vomitando hasta que le dolieron las costillas y ya no tuvo nada que vomitar.

Por otro lado Apolo así como llego a casa subió a su habitación y revisó su teléfono, no había nada, ni llamadas, ni mensajes, solo de su amigo preguntando cómo le había ido, ignoro los mensajes, obviamente ese chico había llegado para cambiar todo, sus sentimientos no eran los mismos, sentía cosas que nunca había sentido, también se sentía preocupado, las formas en la que se comportó cuando Edgar llegó o como este lo saco a jalones, muchas preguntas invadian al joven, ¿Por qué no lo había evitado? ¿Por qué Edgar se había ensañado con el? ¿Tenía algún problema, se conocían? Todo era tan confuso que no conciliaba estar tranquilo.

Narciso

Me sentía sucio y asqueado, me dolían las costillas de vomitar y no podía dejar de pensar en mi padre, debido a que vomité lo poco que había comido me sentía mareado, me levanté tambaleando y me dirigí a mi moto, encontré una bolsa encima de ella, adentro tenía un contenedor con la comida que había dejado en el comedor y una nota, al terminar de leer sonreí levemente, me había animado un poco, empecé a conducir a casa y me debatí si debía enviarle mensaje o no, en realidad no lo conocía y a pesar de que había Sido amable no podía confiarme, al final simplemente le respondí un mensaje corto y me quedé dormido.

Apolo

Escuché el sonido de mi teléfono, era un mensaje que decía "gracias por la comida, estoy bien y en casa" yo sonreí, quise marcarle pero pensé que tal vez lo incomodaria así que preferí no hacerlo.

Paso el fin de semana y no había vuelto a saber nada de el, el lunes en la mañana me levanté temprano y me arreglé un poco más de lo normal, llegué como de costumbre y mi amigo tomo la palabra -Oye, te envié mensajes todo el fin de semana, ¿por qué no respondiste?, Además estás muy arreglado ¿Verás a alguien?¿Es por eso que no contestaste?- -Numero uno, estuve ocupado, número dos, no me arregle más que otros días, y número tres, no veré a nadie, solo me veo bien- era cierto quería ver a Narciso, y me había arreglado para que el lo viera, cuando entro al salón automáticamente mi vista se dirigió hasta el, mi amigo me golpeó con el codo -Haci que estás interesado en el nuevo, no creí que te fueran los chicos, pero admito que en lo que a mí respecta es realmente lindo- lo mire de manera extraña pero lo ignore, me acerque a Narciso y lo saludé —Hola, buenos días, ¿Estás bien?, Oye por cierto ¿Te gustaría comer conmigo después de la escuela, ya sabes, para conocernos— levanto la mirada del suele y me dió una leve sonrisa —Pedire permiso, pero si me los dan será un gusto—

CONTINUARÁ

clair de luneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora