En un mundo en el que la gente puede nacer con poderes, la joven y veloz Max, protectora de su ciudad, vivirá la mayor aventura de las pocas que vivió jamás, en la que conocerá amigos y enemigos de por vida.
ATENCIÓN:
Esta historia difiere del cano...
¡Hola a todos! En el caso de que hayáis leído la introducción; ¡felicidades, ya sabéis quién soy y QUIZÁ podáis saltaros esta sección narrativa que a la vez rompe la cuarta pared! Pero este, digo, vuestro mundo es muy grande y sé que hay personas que se saltan ese tipo de cosas, así que hagamos esto una vez más...
Mi nombre es Max, y nací aquí, en Super City. Esta ciudad es la cumbre del mundo, al menos lo es para mi. O sea, me refiero a MÍ mundo, es la cumbre de MÍ mundo (aún no me acostumbro a esto...).
Super City es genial. Tenemos playa, un montón de tiendas, ambiente tropical, ¡y la gente me tiene a mí! Me encargo de mantener el orden de las cosas por aquí. Suelen decir que soy muy joven para hacer esto, pero ya llevo 3 años salvándoles el culo, así que no los tengo en cuenta.
Mi poder es la súper velocidad, que me permite correr a altas velocidades con reflejos súper altos. Este poder es bastante útil, me permite hacer muchas cosas en poco tiempo, y en combate es muy útil para esquivar ataques y pillar por sorpresa al enemigo. La verdad es que me gustaría tener más fuerza en los brazos, casi todo lo que hago depende de mis piernas, y siento que algún día me hará falta pegar más fuerte antes que correr más rápido.
Eso si, durante mi corta historia como heroína de la ciudad, no he estado sola. En mi piso vive mi único compañero, se trata de un robot de colores rojo y amarillo, tiene mucho estilo, ¡y su nombre es Surge! Es un amor de persona (¿persona... robot?). Siempre lleva puestas unas gafas de sol que según él "son lo más" (yo opino que pasaron de moda en 2007).
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Surge se alimenta de bebidas energéticas, la cual es su fuente de energía, y le permite disparar proyectiles verdes y... ¡crear una espada! La verdad es que nunca me ha quedado claro qué tan afilada es, pero al menos corta, que es lo importante. También puede volar con los propulsores que tiene bajo sus pies.
Juntos hemos peleado contra enemigos formidables, como un robot gigante, malhechores de la ciudad, y los impuestos.
Max: ¡Hay demasiados números en este papel, no he estudiado para esto!
Surge: ¡Yo tampoco!
Somos un desastre en el último apartado, y en las matemáticas en general, pero por suerte, tenemos a alguien que se encarga de todos los números (y de mantenernos), se trata de...
¡La Agencia de Superhéroes!
Un grupo conformado por cuatro héroes de élite. La verdad es que no sé bien cómo se formó, simplemente, la gente necesitaba héroes, y allí estuvieron. El grupo rápidamente fue creciendo en popularidad y valor. La gente rogaba y hasta pagaba por tenerlos cerca, y al final terminaron convirtiéndose en la empresa mejor valorada de los últimos tiempos.
Todo miembro de La Agencia tiene la vida prácticamente solucionada siempre que haga bien su trabajo. Nos pagan todo lo que una persona necesita en la vida: comida, piso, agua, luz, etc... Todo esto a cambio de que hagamos bien nuestro trabajo.
