~Capitulo 9~

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Recapitulemos un poco.

Me encuentro en una casa, ubicada sabe Dios donde, con un señor que en un principio quería matarme y ahora me trata como una hija sin olvidar que me tiene secuestrada... lo más raro es que nadie viene a ayudarme y ya pasaron 3 días más o menos.

Víctor Pliset trata de negociar conmigo y llegar a un acuerdo de convivencia. Creo que es mejor que estar en una situación más desastrosa.

Podés hacer lo que quieras en la casa, cocinar, pintar, leer u otras cosas, pero no podés salir por el momento. Estamos en un lugar algo alejado. Si necesitas algo puedo conseguir lo, pero no te puedo dejar ir.- dice- Me lo prometes?

WoW, me sorprendieron mucho las condiciones que me puso, me describieron a este hombre como un criminal muy peligroso que ataca sin piedad... pero parece muy agradable.

Esta bien, si no me queda de otra- Le digo mientras muevo mis hombros en señal de desinterés.

Explora la casa si querés, la habitación donde despertaste no es la tuya.- Dice el.

Se levanta y me indica con la cabeza que lo siga. Vamos por un pasillo y me hace entrar en una habitación blanca.

***

Bueno, no estaba tan mal la habitación, dentro de esta había una cama de 1 plaza, dos cobijas y un grupo de sábanas con dos almohadas. Todo está doblado y acomodado encima de la cama.

Una ventana grande con cortinas celestes y debajo de la ventana un baúl de color marrón oscuro mediano. Al lado de la cama está una pequeña mesa de noche con una lámpara. También hay un escritorio con algunos libros, lápices de colores y una libreta de tapa dura. Al lado del escritorio un armario marrón claro de más o menos mi altura.

El señor Víctor está en la cocina, me dejo sola con el pretexto de que me pusiera tranquila a acomodar todo, revise todo y los muebles estaban completamente vacíos.

Observe la cama, era rara la idea de dormir en una cama normal y no en una doble, sin olvidar que tendría una habitación para mí sola por tiempo indefinido.

Toco las cobijas, son suaves al tacto, las almohadas grandes y las sábanas de color celeste combinaban con la cortina.

Comienzo a tender la cama, primero el cubrecama, la sábana, organice las almohadas y coloque las dos cobijas que eran de dos tonos diferentes de azules.

Me senté en la cama, observo a mi alrededor y suelto todo el aire que mis pulmones retenían para luego tirarme en la misma.

Ana... -Dice Víctor entrando en la habitación, me mira detenidamente por unos segundos- No sé si te falta algo, pero si me decís de qué talle sos, te puedo comprar más ropa y las cosas que quieras.- Vocaliza mirándome desde la puerta.

No se la verdad, me gustaría dibujar? O leer? Escuchar música, que se yo- Digo frustrada, no lo conozco y aún así quiere regalarme ropa y otras cosas.

No quiero que nos llevemos mal, ser amigos, además me prometiste que te dejaba hacer lo que vos quieras mientras te mantuvieras tranquila.- Me recuerda con una gran sonrisa.

Bien, talle de remera 16 y de pantalón 38. Cualquier cosa está bien, es más la ropa que me diste antes me gusta mucho.- Señalo mi vestimenta demostrando una sonrisa sincera de mi parte al decirlo.

Me alegra mucho- Me dice alegre- Ahora vení, vamos a comer y como estuve investigando no sos alérgica a ningún alimento pero no te gustan algunos.- Dice pensativo.

¿Qué? Me investigo?- Digo intrigada.

Pues sí, sí te voy a secuestrar tengo que saber más de vos. - Dice cómo si nada.

Evitando La Muerte Con El Chico Que Mas OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora