Capitulo 3

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Orgullo
19 de marzo

-¿Tus pokemons?

Fue lo que pregunte mientras brendan se acercaba a donde estábamos, el chico que nos hablo estaba vestido con un suéter con capucha de color morado unos pantalones verdes y zapatillas, empuñaba un látigo en su mano derecha y tenia una sonrisa llena de malicia.

-reiner no pude capturar al pinsir la pokeball fue rechazada, ¿quien es este tipo?-pregunto brendan mientras se acercaba a donde nos encontrábamos .

-dice que los pokemons son suyos, los dos-

-exacto tanto  pinsir como heracross son mios, no pueden capturarlos-

-si son tuyos ¿que hacían por aquí, fuera de sus pokeballs?-pregunto brendan
-los deje fuera para que entrenaran toda la noche, no necesitó pokemons débiles que caen con dos golpes- Dijo con una sonrisa en su cara mientras estiraba el látigo y se acercaba poco a poco.

-¿que crees que haces?-le dije, pero paso de mi y de brendan hasta donde estaba el heracross junto al pinsir que había vuelto.

-¿tan débiles son? ¿No pudieron con esos pokemons tan inútiles?-dijo mientras estiraba el látigo con el brazo y lo estampaba contra el suelo.

Los pokemons temblaban del miedo,no podía creer lo que veía ese chico los maltrataba y ellos no se  defendían.

-¡ni se te ocurra! No los puedes lastimar no son solo objetos, son tus compañeros, esta mal.

-son mios y puedo hacer lo que quiera con ellos-dijo mientras acertaba el primer latigazo contra el heracross.

-¡Nooooo! ¡detente!-dije mientras me acercaba a el.

Cuando intente agarrarle por el hombro se voltio y me empuje de golpe, así que caí al suelo mientras brendan veía sin saber que hacer.

-tu no te metas, esto es entre el y yo- dijo mientras me daba una patada en el estómago.

El dolor me nublo la vista, no conseguía ponerme de pie, así que solo lo escuche hablar.

-ellos son mios, y esta es mi forma de entrenar, te guste o no debes aceptarlo- dijo mientras se alejaba hasta sus pokemons.

-¿reiner estas bien?-preguntó brendan mientras llegaba a donde estaba y me ayudaba a levantarme.

-esto me lo pagaras, eso esta mal y no te lo perdonare- dije mientras brendan me ayudaba a ponerme de pie.

-Ja, como quieras, solo no se entrometan en mi entrenamiento-dijo el chico mientras se alejaba con los dos pokemons detrás.

-que tipo mas raro ¿no crees?-

-si, debemos hacer algo- dije mientras el chico se alejaba

-¿de que hablas? No podemos hacer nada son suyos-

-yo lo resuelvo, tu tranquilo-

-¿iras con la policía? acaban de poner un puesto en ciudad malva quizás nos ayuden ¿no crees?

-no, yo me encargo, esos pokemons no lo quieren, por algo se acercaron a nosotros, lose-

-no me gusta por donde va esto ¿que planeas?-

-solo iré y le pediré que me los entregue -

-¿y crees que funcionara? Vamos bro no pasara, mira la hora apenas y amanece deberíamos comer algo, y quizás se te ocurra algo mejor ¿vale?

Brendan tenia razón apenas estaba saliendo el sol, pero yo ya estaba decidido esos pokemons serian de nosotros.

Se hicieron las 7:30am y ya había pasado el calor por el jaleo de temprano así que mas calmados y con algo en el estomago le contaba a brendan como nos llevaríamos los pokemons.

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