73. BAJO EL REFLEJO DE LA LUNA

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Te dedico a ti esta última luna
aquel gran satélite griz
que brilla como mil astros
en el silencio de la  oscuridad nocturna.

Brillan tan bellas.
Parapadean simultáneamente
unas entre otras
barriendo el cielo azul con su acto
llueven la estrellas danzando en armonía.

En esta noche tan bella te dedico
sus destellos los cuales profesan
el deseo de un amor sincero.

El día hoy te regalo el cielo
bañado por el azulino océano
mesclandose en el horizonte
donde aquellos rugidos nocturnos
trae el viento consigo, bañados en sal.
Fresco aroma despojandome
de todo mal.
 

Resuenan las olas, emanando
mi oración
humedeciendo la orilla llevandose consigo mi hermosa flor.

Tan inmaculado aquel Lirio dejado
siendo llevado, a la deriva.

Resuenan las gaviotas volando
a la distancia.
Con los pies descalzos espero
tu llegada.

Con el sol naciente la luna se escapa.
Si la suerte cruel
cruzó nuestros caminos
el destino debió haber interferido.

No debí, pero lo hize,
me alegro el a verte conocido.

El dolor formó parte de mi aprendizaje.
Se bien el porqué de tus actos.
Mas sin rencor, ni interrupciónes
te deje ir en el acto.

Quizá no fue el momento apropiado
el a verte conocido,
pero estoy agradecido de eso no hay duda.

Si la vida lo quiere
espero volver a conocerte.
Más se bien el dilema que nos enfrenta.

Quizás no era posible el estar unidos
pero sí el conocernos y despedirnos.

Cruel e infame destino al que atado estoy, llevase consigo mi gran amor.

La espera me lleva a la soledad
de mis pasiones.

No era nuestra suerte
pero aprendí de ella.

La vida nos unió y luego nos separó
quizás fue el destino quien lo decidió.

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Autor. "L"

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