Poco a poco, la oscuridad se va disipando y se convierte en luz, aunque todavía no sé si estoy soñando o si todo esto es real. Intento abrir los ojos para saber dónde me encuentro, y siento bajo mi espalda el blando colchón de una cama.
¿Dónde estoy?
Al final consigo abrir ligeramente un ojo, al que le sigue el otro. Lo primero que veo es el techo blanco de una sala de hospital.
¿Entonces es eso? ¿Estoy en un hospital?
Intento incorporarme inútilmente, pero consigo girar un poco la cabeza, lo suficiente para ver el gotero médico a mi lado, inyectándome suero a través de una aguja que se hunde en mi antebrazo.
¿Qué ha pasado? ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Poco a poco, los recuerdos empiezan a acudir a mi mente: el cansancio, mis padres discutiendo, un coche yendo directo hacia nosotros, el choque, al que le siguió el sonido de las ambulancias, el llanto de mi madre, alguien llevándose el cuerpo de mi padre en una camilla, y después... lo único que recuerdo es un agudo pitido en mis oídos, un fuerte ardor en mi cabeza, y luego... nada, solo oscuridad.
Mientras estoy sumergida en mis pensamientos, oigo la puerta de la habitación abrirse, y veo el rostro de mi madre asomarse por la puerta entreabierta.
- Vaya vaya, nuestra bella durmiente ya despertó. ¿Cómo te encuentras?-.
Me fijo en el rostro de mi madre y observo que tiene unas profundas ojeras que le enmarcan los ojos y una expresión de profundo cansancio en el rostro. Me imagino que no habrá dormido en toda la noche.
La observo acercarse a mí y sentarse en el borde de la cama en la que me encuentro.
- Un poco cansada.- respondo - Me duele la cabeza y tengo todo el cuerpo entumecido. ¿Dónde está papá?-.
Mi madre aparta rápidamente la mirada, pero no lo suficiente como para que no vea el destello de un profundo dolor en sus ojos, a la vez que una lágrima surcándole el rostro.
-¿Mamá? - le pregunto, esta vez con más insistencia, sin poder evitar que la preocupación se apodere de mí.
- Yo... Lo siento... -. Y entonces rompe a llorar de forma desconsolada.- Yo no quería... Ojalá que... que esto... nunca hubiera... nunca hubiera pasado...- dijo entre llantos.
Me quedé estupefacta. Notaba las lágrimas ardiendo en mis ojos, apunto de derramarse. Mi padre había muerto... Ya no estaba... Ya nunca lo volvería a ver... nunca. Era en lo único que podía pensar. Y todo por culpa del borracho que se estrelló contra nosotros...
Estaba tan perdida en mis pensamientos que apenas llegué a oir las tristes palabras de mi madre:
- Lo peor es que estábamos discutiendo... Lo último que le dije fue que lo odiaba... Que no debería haberme casado con él... Que yo no... Que nunca... lo quise...-.
Dejo de oir lo que dice mi madre... Solo oigo un terrible llanto cargado de dolor y de pérdida, creo que es mi madre... O quizás... sea yo...
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Alas de humo negro
General FictionTras un trágico accidente, Kala queda herida gravemente y en estado terminal. La única solución posible a su cercana muerte parece ser el ADN de un ave capaz de regenerarse, y aunque esto podría ser la única cura a su problema, este método nunca ha...